Su primera hija partió por culpa de la leucemia.
Los duros golpes de la vida son aquellos que marcan en verdad eternamente. A Silvia Cabrera le tocó vivir una de esas desventuras más tristes y dolorosas que puede sentir un ser humano. Hace 21 años perdió a su retoñita que en ese entonces tenía apenas 6 años de vida.
La ¡maldita leucemia! se la llevó sin darle tregua, sin darle la oportunidad de cumplir sus sueños, sin dejarla vivir.
Pero, lejos de hundirse en el pozo, doña Silvia decidió esconder el dolor enorme que llevaba a cuestas para poder estirar el carro y sacar adelante a su familia. Dios después le regaló luego 9 hijos más.
“Fue muy difícil, ella era nuestra razón de ser, era muy chiquita, tenía una vida por delante. Nos dejó muy mal. Mi marido hasta llegó a entrar en depresión”, relató la kuñakarai.
Explicó que su marido luego logró salir de la depresión y ahora están ya recuperados mirando hacia adelante. “Si uno quiere, se puede superar la muerte de un hijo, hay que entregarse a Dios y poner voluntad”, finalizó. Ella labura ahora en la zona del Mercado 4.
Tras lo ocurrido, doña Silvia y su marido se quedaron sin dinero porque lo dieron todo por su hija. Tuvieron que empezar de nuevo y ella le puso garra. Hoy festejan la Navidad en familia. Unidos.
HIZO DE TODO
“Hice de cuidacoches, vendí cartón, frutas, verduras, ropas, de todo para salir adelante y lo logramos entre todos porque mis hijos también me ayudaron”, contó.
CÓMO DETECTAR
Síntomas claves que ayudan a detectar el cáncer en los peques son un cansancio sin causa, moretones que se produzcan sin golpes o ataques febriles espontáneos.
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