Un sutil intercambio de miradas es suficiente para percibir el respeto que le tienen sus compañeros. Ese sentimiento más elevado que uno puede sentir hacia alguien, incluso más allá de la admiración.

Sus pasos son de experiencia. Trabajó más de la mitad de su vida bajo el sol, poniendo orden en el tránsito. Doña Delia Lugo es la más antigua de la Policía Municipal de Tránsito de Asunción. “Esto me da vida”, confiesa.

Hoy, a sus 72 años, el amor al uniforme sigue intacto como aquel día que comenzó hace 38 años atrás. “La Policía Municipal de Tránsito es mi familia, todos estos años le entregué mi vida y lo seguiré haciendo mientras pueda”, dijo.

La inspectora de tránsito no supo cómo explicar la decisión que había tomado en aquel entonces de ser PMT. “No hay una explicación que pueda dar. Simplemente creo que fue por vocación, quise formar parte de la institución y así fue”, siguió.

Los recuerdos llegan uno tras otro… “En la época de la dictadura no se le respetaba al uniformado, hoy día se ve un avance muy importante. Ahora nos respetan más en las calles”, cuenta. Ella es la más longeva de la PMT y recuerda que en aquellos tiempos era mucho más llamativo ver a una mujer dirigiendo el tránsito.

“Llamaba mucho la atención, incluso diría que para muchos no era bien visto, pero con el tiempo las cosas fueron cambiando. Ahora somos muchas mujeres”, siguió.

Pide respeto para los que tienen más años de laburo en la PMT

La inspectora avei contó que “antes se trabajaba muchísimo, mucho más que ahora. Nos sacrificábamos más”, relató. Delia aprovechó la ocasión para instar a todos los jóvenes que están dentro de la institución a honrar el uniforme con responsabilidad y honestidad.

“Que siempre se respete a los que tienen más años de experiencia, que se respete la trayectoria y el trabajo, que no pierda valor el sacrificio de los compañeros”, he’i.

Hace 3 años que ella está realizando tareas administrativas en la Terminal de Ómnibus sin salir a la calle. “Fue decisión mía no salir más por los años que ya trabajé y quiero descansar.

Todo ese tiempo que salí en la calle hice servicios en escuelas, ordenando el tránsito”, remató.

Arrieros no soportan que una mujer les haga la infracción

Nidia Maricel Chávez (36) es compañera de la inspectora Delia. Hace 15 años que está en las filas de la PMT. Ella hace tanto tareas administrativas como servicios en la calle en la zona de la Terminal de Ómnibus de Asu.

Relató que de anécdotas tienen miles, pero lo que siempre ocurre como el pan de cada día es que muchos conductores arrieros todavía no respetan a la mujer y terminan siendo prepotentes.

“Ahora ya las mujeres tenemos más derecho, pero el machismo impera. A muchos les molesta que les haga la boleta por el hecho de ser mujer”, relató.

“Este es mi trabajo, yo no puedo dejar pasar de alto una infracción, porque sería también una negligencia de mi parte. Yo no le voy a inventar a nadie una infracción”, he’i.

Nerviosismo y piropos llueven en las calles, he’i una agente

Con 7 años de experiencia en las calles, la inspectora ayudante María Acosta (33) ya pasó de todo. Una de las situaciones que quedaron en su memoria fue la de un señor que estaba discutiendo muy acaloradamente con su lapa. En esa pasó semáforo en rojo y casi le pasa encima a una señora que estaba cruzando.

“Yo le encosté y le pedí sus documentos. Me llegó a pasar su registro y en esa seguía discutiendo con su señora. Le metió acelerador y casi me pasó encima”, contó.

María comentó que entre todas las cosas que pasan en la calle, los piropos nunca faltan, pero los arrieros son medio miedosos. “Cuando están ahí de frente nunca dicen nada, pero así de paso cualquier cosa te dicen”, contó.