Por poco no termina en tragedia la reunión familiar que se realizaba en el Alto Paraná, en el barrio Remansito de Ciudad del Este. Todo era alegría. Los chicos reventando fosforitos por todos lados, algunos ya “apintonados” con la música del equipo a todo lo que da y risas de acá para allá buscándole el lado simpático a un cierre de año hendy.

De golpe, toda esta tradición fue interrumpida por un fuerte ruido en el techo de zinc, que puso en ¡cháke! a todos los que compartían la mesa familiar. “Empiezo este 2019 diciéndole a todos y reafirmando que los milagros sí existen. Dios es misericordioso y grande”, expresó Fátima Román Rodríguez en su cuenta de Facebook.

Ella estaba compartiendo la mesa esperando la llegada del nuevo año, pero en cambio lo que terminó llegando fue una bala perdida.

Al principio no hallaron en dónde terminó la bala y comenzaron a buscar luego de ver cómo quedo el techo.

Ya en horas de la mañana, la madre de Fátima se disponía a preparar el desayuno y tomó la caja del pan dulce que se encontraba en la mesa, dentro aún de la canasta navideña. Grande fue el susto pues en su interior se encontraba la bala.

El hecho sucedió en las últimas horas del año viejo cuando la familia se disponía a cenar, pero por lo ocurrido. Todos quedaron con miedo en la casa, pero por milagro no se registro ningún herido, expresó la doña en sus redes sociales.

“Recuerden que las balas no van al cielo, las personas sí”

La señora Fátima Rodríguez recordó lo que había sucedido años atrás en donde una bala perdida terminó con la vida de Paz Valentina, la pequeña de 3 años que falleció en la madrugada del 25 de diciembre del 2012 y mencionó que “esto debe ser un llamado de conciencia a todo el mundo, porque tampoco es el primer caso, y recuerden que las balas no van al cielo, las personas sí. Ya no más balas perdidas”. La mujer pasó el primer día del año con mucho temor por lo que sucedió.