Eran perseguidos por la “caperucita”, y ahora, en tiempos de libertad y nostalgia, prefieren celebrar la vida y reunirse para decirse adiós de a poquito antes que el tiempo les gane

En Corá Guazú, de la ciudad de Villeta, un grupo de 16 sobrevivientes de la era de plomo de la dictadura decidió hacer un ñembyaty guasu al que denominaron “Velorio de cuerpo presente de futuros difuntos”, y según contó a Crónica Emilio Barreto (78), uno de los organizadores, la idea fue del poeta Gregorio Gómez Centurión.

“Muchos son los sobrevivientes que ya se fueron, y a todos les va a tocar en un momento. Para él es triste pensar que algunos de sus compañeros no estén para despedirle cuando le toque”, he’i. Eso le motivó a hacer el encuentro.

Del grupo de 16 que se juntaron, la mayoría pasó por torturas en la era de Stroessner debido a sus ideas políticas y sociales.

“Yo estuve 13 años en prisión durante la dictadura, y salí en el 78. Pero ahí pasamos muy mal. Fueron años de muchas movilizaciones de gente que luchaba por sus derechos, tanto así que los calabozos se llenaron. En 1976 habilitaron un campo de concentración en Emboscada. Ahí muchos se encontraron entre sus familias y eso. Muchos murieron, pero también hubo sobrevivientes que se salvaron gracias a los derechos humanos que se movían desde EE. UU. ” omombe’u Barreto, que es actor, marxista y luchador social.

En ese campo de concentración fue donde los 16 se conocieron y se hicieron amigos. “Esta actividad del velorio surgió una noche nomás en que Gregorio Gómez me llamó y me dijo ‘tengo una idea’, y le pregunté ‘¿mba’éiko la ojehúva ndéve?’. Y ahí me dijo para organizar el velorio con los compañeros en su casa. A algunos la idea les pareció macabra, es un humor negro, pero es la realidad todos somos futuros difuntos”, he’i Barreto.

Un emotivo encuentro entre compañeros

El encuentro para el velorio se hizo el jueves pasado en Corá Guazú, Villeta, en la casa del poeta Gregorio Gómez. Cada uno de los participantes fue recibido con un abrazo. La jornada la pasaron entre buenas polcas paraguayas, mucha poesía y charlas sobre la situación política actual de nuestro país ndaje.

“Fue muy ameno, pasamos con un buen vinito y asado. Desde temprano algunos ya nos sentamos a tomar el mate”, contó Emilio Barreto. Dice que vino gente de todas partes hasta incluso extranjeros, muchos otros amigos más no pudieron venir por la avanzada edad que tienen o porque no se pudieron conseguir medios para acercarlos hasta Villeta. Coincidentemente, esta actividad la hicieron este año en donde se van a cumplir 30 años del fin del mandato del “tiranosaurio”.