Comentan que el karai pyhare nunca le hizo nada y hasta hace de “seguridá” de todos en la vivienda

UNO MÁS DE LA FAMILIA

“Desde niños que sentimos su presencia”, dijo una de las que viven en la casa, ubicada al costado del arroyo Ytororó.

La familia Grance-Brítez vive hace 40 años al costado del arroyo Ytororó, en Ypané. “Vivimos junto con mis padres, mis hermanos y nuestros hijos”, contó Nancy. “Ahhh, me olvidaba, también está aquí ese ser que muchos le temen, pero nosotros no. Vivimos con el Pombéro también, él nos protege”, agregó. Los integrantes de la familia aseguran que, cuando todo es silencio, escuchan silbidos provenientes del patio o entre las plantas. Dicen que parece el sonido de algún pájaro, pero no es eso. La cosa va más allá de lo sobrenatural, comentan. “Desde niños que sentimos su presencia”, dijo Nancy. Al principio les causaba temor, ahora lo ven hasta si se quiere como “uno más” de la familia y que incluso les cuida. “Él nos protege, en muchas ocasiones ya nos cuidó”, agregó Ruth, otra de las integrantes de la familia. “Cada vez que estamos frente a casa y ya es muy tarde, él (Pombéro) nos silba para que entremos. Eso pasa desde que somos adolescentes”, agregó Nancy. “Cuando a veces nos discutimos con mamá, el Pombéro se enoja y me grita, me habla en un idioma que ni siquiera conozco. Es porque no quiere que le hable mal a mi mamá”, comentó Ruth. “Yo desde chica siento que siempre está a mi lado. Recuerdo que cuando llegaba de la escuela sentía que estaba junto a mí. Nunca nos hizo daño”, contó. “Mucha gente no cree en esto, y está bien, pero nosotros sí pasamos por estas cuestiones. La verdad que ya lo tomamos como algo normal”, finalizó.

“Desde chica que el Pombéro se manifiesta. Una vez me gritó todo mal porque le reté a mi mamá”

Los integrantes de la familia Grance-Brítez cuentan también cómo es vivir al lado de un lugar histórico como lo es el arroyo Yotororó donde –a orillas del cauce– en la Guerra contra la Triple Alianza se desató una sangrienta batalla contra las fuerzas aliadas, y que dio nombre al lugar. Allí fallecieron miles de compatriotas. “Siempre escuchamos los ruidos de caballos y esas cosas. La verdad que es impresionante. Escuchamos los ruidos, pero no hay nadie. Eso ya desde que jugábamos aquí cuando éramos chicos”, dijo Nancy. “Antes se escuchaba más, cuando aquí era todo monte. Ahora con los ruidos de los vehículos y esas cosas se escucha menos”, dijo. “Este es un sitio histórico. Aquí fallecieron muchísimos compatriotas, y sabemos lo que eso significa”, agregó. “Mi familia está aquí hace 40 años y la verdad que ya vimos y sentimos de todo”, finalizó.

DATO

CIFRAS

Se calcula que 3 mil paraguayos y 5.000 aliados murieron durante la batalla desatada a orillas del arroyo Ytororó.