Patricia González, la esposa del pelotero de Libertad Édgar “Pájaro” Benítez hizo un video en vivo en Instagram, para denunciar que las botineras no les dejan en paz a su marido.

“Hola, buen día a todos. Quiero hacer una… no sé si queja…”, comenzó diciendo en su plagueo público doña Patricia. Y después ya le jugó al cuerpo a una fulana, asegurando que “una tal Noemí Acosta” se acercó el domingo a pedirle una foto.

Teniendo en cuenta que ese día jugó con su equipo (Libertad) contra Cerro, el pedido de foto se habría dado después del partido.

“Se acercó a mi marido a pedirle una foto, no sin antes hacerle un comentario, no sé si ofreciéndose ella o qué”, dijo y explicó que la chica tuvo la “caradurez” de decirle porqué-pa lo que él no se fija en ella mba’e.

“… Si por qué no se fija en ella, si ella es más linda, más alta que yo, si ella tiene mejor culo, que ella me conoce… Y bueno, creo que por primera vez mi marido se negó a una foto”, contó doña Patricia, quien también tiene un cuerazo porque es ganadora fitness y todo en México, cuando el “Pájaro” todavía jugaba por allá.

“¿Cuál piko es el afán de querer compararse con la esposa? La esposa siempre va a ser la esposa”, le bajó. “Esa chica me da tristeza, no sé hasta qué punto pueden denigrarse ante un hombre y ofrecerse así tan asquerosamente”, se quejó.

SON VARIAS

La esposa del “Pájaro” dijo que esta es solo una de las tantas busconas. “Chicas, no quieran compararse con las esposas porque no hay punto de comparación… Un día de estos voy a amanecer medio pirevai y voy a poner una lista de las chicas que rompen las bolas. No es por inseguridad ni por temor, ni por nada por el estilo. Pero harta me tienen”, se plagueó.

Dijo que ella les ubica a todas, que sabe todo lo que le escriben a su marido, sabe también que son lindas y esa parte es lo que no le cierra mucho. Porque siendo lindas, considera que podrían buscar conseguirse una pareja libre, sin compromisos, y no andar persiguiendo hombres comprometidos.

“Son chicas hermosas con las que yo me cruzo constantemente en el gimnasio y, sabiendo bien que yo soy esposa de él, no tienen luego vergüenza, cero dignidad, cero amor propio… A mí, más allá de darme rabia, me da tristeza”, dijo.

Contó que no paran de escribirle a su media naranja. “Le escriben constantemente, ofreciéndose. Si el tipo ya no les está dando bola, peñecalmamína. Qué p…, quiéranse na un poquito. O vayan a ofrecer sus servicios otro lado”, les sugirió.

Dijo igualmente que ella sabe muy bien que también escriben a otros esas chicas a quienes ella ya las tiene marcadísimas.

“Yo les veo en el gimnasio, y sí, son más lindas que yo, son más altas que yo. O sea, yo soy un llaverito”, comentó y dijo que lo que más rabia le da es que intentan compararse con ella. “Y no me hagan enojar chicas porque voy a tirar sus nombres. Y así… Tanto para ella como para todas las chicas que le escriben a él”, remató.