Para lograr el éxito en la vida siempre debemos pasar por un sinfín de adversidades que en vez de frustrarnos deben darnos más fuerza.

Eso nunca se sacó de la cabeza Francisca Villalba, una joven nativa que pertenece a la familia mascoy de la etnia angaite, y que gracias a todos los esfuerzos que hizo durante más de 4 años, y con la ayuda de una beca que le dieron, pudo terminar su carrera universitaria.

“Cuando estaba haciendo los exámenes para acceder a la beca, estuve viviendo en la casa de una trabajadora social y ella fue la que me comentó de qué se trataba la carrera y me gustó”, comentó la valécha nativa, que ahora ya es toda una trabajadora social.

Nada fue fácil para la recién egresada, porque se tenía que romper el coco estudiando para poder lograr su gran objetivo. Francisca he’i que vivía en la ciudad de Puerto Casado, que está ubicada en el departamento de Alto Paraguay y que debió dejar a toda su familia en busca de una mejor condición de vida.

“Vine a vivir hacia acá porque quiero ser una profesional para después ayudarles a todos los de mi comunidad para que puedan mejorar sus condiciones de vida”, aseguró.

Avei nos comentó que tuvo que pasar por mucha sitú vai, pero que pudo superar todo gracias al apoyo incondicional de sus padres y hermanos.

“Me siento muy feliz por haber terminado mi carrera, ahora solo quiero dedicarme a ayudar a todos los nativos como yo, que están viviendo en extrema pobreza en mi ciudad natal”, omombe’u.

Francisca es un gran ejemplo para todos y demostró que cuando se quiere, se puede.

Quiere que se vea la sitú vai de las nativas

La historia de Francisca Villalba se hizo re-viral en las redes sociales por el trabajo de investigación de la gran siete que hizo con las mujeres de su comunidad.

“Yo desde que entré en la carrera ya pensaba en la tesis y siempre dije que iba a hacer de eso”, afirmó.

Con el título de “Condiciones de vida de las mujeres indígenas maskoy de la comunidad Riacho Mosquito de Puerto Casado”, desarrolló su investigación y demostró el estado de abandono en el que viven las mujeres en Puerto Casado.

“Yo quiero que se visibilicen las condiciones de las mujeres que tienen que hacer de todo para tener al menos una comida en el día”, he’i avei.