Cuando la imaginación y las ganas de progresar se juntan, nada es imposible y todo sirve. Eso lo demuestra don Amancio Mereles Coronel, de 34 años. Él es de la ciudad de Villa Elisa y desde hace cuatro años se dedica a fusionar neumáticos con arte para dar vida a todo tipo de productos.

Don Mereles omombe’u a Crónica que las ideas de su negocio surgieron después de ver la cantidad de neumáticos que se tiraban en un caudal seco que estaba frente a su casa.

“Yo vi eso y quise buscarle una solución. Lo primero que se me ocurrió para hacer fue una mesa, y después tuve más ideas. Ahora ya estoy en un nivel un poco más alto que el de solo una mesa, ahora creo que ya hago arte, es como cuando tocás el lienzo y empezás a trabajar”, comentó don Mereles, quien avei en la ciudad es quien encabeza un movimiento de reciclado.

“La gente pues tiene esa mala costumbre de tirar las basuras por ahí, lo que es un gran problema también ahora con el dengue. La meta que yo tengo es que la gente tenga ideas para reciclar su basura y así dejar de ensuciar y contaminar”, omombe’u el don.

No solo hace sillones y mesas y cosas así, sino que también fabrica adornos de jardín, planteras, y en una ocasión le pidieron hasta un pozo ciego.

“Fue algo fuera de lo común”, he’i don Amancio opukávo, para cumplir con el pedido aquella vez dice que usó unos ocho neumáticos gigantes, de esos camiones grandes.

Don Amancio encontró la luz del progreso en el arte. Antes de comenzar con esto, él era vendedor ambulante. “Dios me iluminó y conseguí esto, porque trabajé 15 años en la calle, de colectivo en colectivo y el cansancio de la calle fue lo que me llevó a decidirme”, he’i.

Oky pedidos de toda laya, he’i don Amancio

Por semana el artesano he’i que le piden al menos unos tres juegos de sillones, que vende a G. 600.000, la mayoría de sus trabajos lo oferta en las redes sociales, en especial en Facebook ndaje.

Amancio contó también que lo que más le piden ahora son las sillas pintadas con los colores de los clubes favoritos del cliente y que otros le piden personalizar las sillas con sus nombrekuéra.

A las doñas lo que más les gustan son los adornos de jardín que también hace con los neumáticos. Él tiene un taller en su casa que se llama Ruedarte.

Batalla para conseguir la materia prima

Don Amancio he’i que para poder hacer sus trabajos es todo un tema ya que no tiene su vehículo propio y sale a recorrer todos los días para buscar los neumáticos, alambres y eso que también utiliza para hacer los sillones.

“Yo no dispongo de vehículo, y lo que hago es conseguir un fletero y recorrer las gomerías, porque ahí lo que generalmente se tiran los neumáticos, entonces yo aprovecho eso”, explicó Mereles.

Para empezar con su negocio he’i que su primera herramienta fue un cuchillo. Después su hermana fue la primera que compró sus artesanías, y con esa plata compró para su taladro.

“Con eso hice más cosas, y estoy escalando desde abajo. No me voy a rendir, la idea es comprar un vehículo después. En eso estoy…, voy ahorrando porque es difícil”, comentó.