Juan Ramón Franco (35) arranca la nota con una frase fuerte. “Llegué a tocar fondo”. Desde su casa, en Encarnación, contó a Crónica el motivo. De chico se enteró que su mamá biológica le entregó a una familia cuando tenía tan solo 2 meses de vida. Desde ese momento, el odio y el rencor se apoderaron de él.

“Mi mamá Ramona y papá Salomón (padres adoptivos) siempre me contaron que mi mamá biológica me había entregado a ellos por un motivo especial. Que pese a que no quería hacerlo, me tuvo que entregar porque ya no podía mantenerme. Pero eso no impedía que en mí nazca un odio, un rencor hacia mi mamá biológica”, contó.

Juan creció y se hizo la idea de que ella no le quería. “Fue por eso que nunca la busqué”, confesó. “Además, todo el barrio sabía que yo era adoptado y mucha gente me criticó, me hice la idea que nadie me quería, que me rechazaban”, dijo. “Eso me llevó a meterme a los vicios desde los 15 años”, agregó.

Hasta que hace unos días, sucedió algo inesperado. “Soñé con mi mamá biológica, cosa que nunca me pasó en la vida”, he’i. “En mi sueño ella era morocha y estaba en una casita, fue algo raro”, dijo.

“Cuando me desperté, lo primero que hice fue preguntarle a mi mamá Ramona ¿cómo era mi mamá? Y me describió tal cual como la soñé”, contó.

“Allí comprendí que eso fue un mensaje de Dios y lo que debía de hacer era cambiar mi vida, perdonar a mi mamá y buscarla para comenzar otra historia, esta vez a su lado”, dijo. “Y así lo hice.

Y Dios me guió hasta ella, la encontré y la abracé luego ¡de 35 años!”, finalizó.

“La escena de mi sueño la viví cuando la vi”…

El encuentro se dio en Yuty, Caazapá, donde doña Nena Vera (72), mamá biológica de Juan Ramón, vive en una humilde vivienda. “Ese sueño me llevó a mi mamá”, comentó a Crónica Juan Ramón.

“Muchos me decían que ella ya estaba muerta, pero algo dentro de mí me decía que eso no era cierto. Era Dios. Esa voz me convenció a no parar con mi búsqueda”, agregó.

“La misma escena de mi sueño la viví cuando la vi por primera vez allí en su casita. Fue lo mismo que soñé, tal cual. Fue un sueño divino”, tiró.

“Vos sos mi hijo Juan Ramón, te amo”, le dijo

“Cuando ella me vio, se acercó a mí y me dijo: ‘Vos sos mi hijo Juan Ramón, te amo. Perdoname’. Me abrazó y lloramos juntos”, contó Juan. “Yo le contesté: ‘Vengo a perdonarte y a bendecirte de parte de Dios’. Ese momento fue muy especial, muy emotivo. Fue como nacer de nuevo. Dios hizo esa obra y a Él le damos la gloria y honra”, agregó.

“Mi mamá me contó el motivo del porqué me entregó a mi mamá Ramona, que es mi madrina. Mi papá la abandonó cuando yo nací. La dejó con 8 hijos. Tuvo que vender todo lo que tenía, trabajó haciendo de todo para mantenernos.

Vivíamos en un gallinero, hasta que yo enfermé y no pudo más, y ahí llorando me entregó a mi madrina. Después perdieron contacto y nos separamos. Pero luego de 35 años Dios nos volvió a unir”.