Johnny Walker, luchador rapai de UFC, protagonizó una insólita sitú tras la gran pelea que le dejó como ganador ante su oponente de turno.

Demostrando su poderío total, Walker se impuso al luchador letón-canadiense Misha Cirkunov en el primer asalto de este combate tras darle un rodillazo y dejarlo chaláikue con un contundente nocaut. Solamente habían transcurrido 38 segundos de iniciada la pelea y el juez lo dio por terminado.

El muchachote volvió a repetir un festejo que ya ha hecho habitual y se lanzó al piso para hacer un “gusanito”. Pero, al caer al suelo se dislocó su hombro izquierdo. Cuando quiso levantarse ya no pudo y tuvo que ser ayudado por su equipo técnico para dejar el octágono. Ingueroviable.

Walker es uno de los atletas más seguidos en los últimos tiempos en la UFC y se había convertido en uno de los seis peleadores de la historia que comienza su carrera con tres nocaut en el primer round.

Todas en la categoría semipesado de la modalidad. El rapai, de 26 pirulos, debutó en esto de las luchas en diciembre de 2018 y desde esa fecha acumula 17 victorias, 14 por nocaut, 2 por sumisión, 1 por decisión. Tiene tres derrotas (2 por nocaut y 1 por sumisión.