• Licenciada Rocío Paredes
• Psicóloga Clínica

Tengo una historia de amor que contar. Esta verdadera historia de amor comenzó entre tizas y cuadernos, en la puerta de un colegio, donde llegué para hacer mi último año escolar, lo que no sabía era que conocería al amor de mi vida.

Con mucho sacrificio iba todos los días al cole, que queda a 5 kilómetros de casa, bastante lejos, pero verla todos los días era para mí, el motor que me daba impulso.

En ese lugar conocí a la mujer de mi sueños, la mujer a quien realmente esperaba, alegre, buena y simpática, tenía todo solo que es menor. Cuando la conocí ella tenía 16 y yo 19 años, pero me enamoré de ella cuando subió al escenario y empezó a cantar, recuerdo que yo estaba enfrente mismo, en el primer asiento.

Desde ese momento empezó a gustarme mucho hasta que fuimos novios, aún no la quería tanto hasta que una tarde me agarró de la mano y me dijo “a vos te tengo en mis oraciones y no quiero que nadie se interponga entre nosotros”.

Yo lloré amargamente y la empecé a valorar, la amé incondicionalmente, así fue que en el 2017 terminé de la mejor manera el colegio. Luego llegó el 2018, la esperé todo ese año y hoy estamos en el 2019 y aún no he podido llegar de visita.

Hay un gran problema entre nosotros, su padre es tan celoso que ni la puedo mirar tanto, ella no sale de su casa, vive encerrada, tampoco recibe visitas ni de sus compañeras ni de nadie.

Si sale, sale con sus padres o sino del colegio a su casa y la iglesia. Ya no sé qué hacer para estar con ella, ya hice de todo, le escribí cartas, muchas cartas, hasta me voy en la misa de su barrio.

Ahora tiene 17 años, recién cumplidos y me da mucho miedo hablar con su padre, hasta ahora no quiero compromiso con nadie que no sea con ella, estoy en la dulce espera de ella este año. No sé más qué hacer, si esperarle o ir a buscarla, ya soy responsable y tengo un trabajo digno.

En la misa, apenas le saludo, la sigo amando a pesar que la veo poco, pienso mucho en ella, desde lejos la veo y nos miramos fijamente, sé que ella quiere estar conmigo, pero el padre es el gran problema. Suelo rezar y pedir siempre por ella. Duele amar en silencio. ¿Qué debo hacer para estar con ella, debo arriesgarme? DANIEL, DE HERNANDARIAS, 20 AÑOS.

LA RESPUESTA: UNA BUENA DÓSIS DE PACIENCIA

Todo depende de tu corazón y las metas

No tengas miedo si actúas con la verdad y correctamente, las dificultades solo fortalecen, es normal lo que estás viviendo, sí vas a necesitar una buena dosis de paciencia.

El amor no debe ser sufrido, debe aportar cosas positivas que nos permitan crecer y ser felices. ¿Cuánto tiempo debo esperar por amor? Cada quien tiene un ritmo diferente y cada quien varía su conducta de acuerdo a las circunstancias.

La decisión también depende de si hay un impedimento legal como en este caso si se trata de una menor, evidentemente tendrás que esperar a que cumpla la edad requerida.

Esperar por una persona o algo depende de lo que tu corazón y tus metas te digan, mientras tanto debes trabajar por tu desarrollo personal, estudiar, trabajar y seguir soñando.

Ambos son bastante jóvenes, pero cuando sea el momento los dos deben estar de acuerdo sin presiones de ningún tipo en los pasos a seguir, porque tocará hablar con los padres como es la costumbre y exponer las intenciones que tienen de conocerse.

Algunos piensan que el noviazgo es una etapa previa al casamiento y temen formalizar porque no quieren que sus hijos se casen siendo “tan jóvenes”, pero en realidad es una hermosa etapa de conocimiento donde se comparten momentos muy lindos o románticos.

El noviazgo tiene un noble fin: ayudar a la pareja a asegurarse de que han encontrado a la persona con la que se quieren casar o no. Ayuda a saber las expectativas del otro en cuanto a una relación de pareja en un futuro próximo.