“Despegamos de una victoria histórica hacia un gran futuro con mucha confianza. Para llegar al final de este viaje, faltan muchas batallas. Vamos a ir juntos, paso a paso, viaje a viaje dejando bien en alto el amor a los colores… ¡Vamos Cerro Porteño carajo!”

Estas son las palabras con las que el piloto Tommy Caiazza emocionó al pueblo azulgrana en el viaje de vuelta de Brasil, después de la histórica victoria ante el Atlético Mineiro por la Copa Libertadores de América.

Sus palabras se hicieron virales en las redes sociales. Y todos imaginaron que se trataba de un cerrista hatã.

Sin embargo, “yo no soy fanático de ningún club. Yo soy prodeporte. Todo lo que sea deporte yo apoyo, mientras que no sean esos sangrientos como el boxeo o las luchas”.

En pareja, papá orgulloso de dos mitã’i e hijo de un matrimonio que vino de ashá, este piloto de 39 años y con dos décadas en esto, contó que una vez que llegaron, entró a su cabina el capitán. “Nelson Haedo Valdez agradeció las palabras. Le gustaron mucho”, contó.

Además, dijo que el mismísimo presidente del Ciclón, Raúl Zapag “me pidió que en el próximo viaje que tengan al exterior sea yo el piloto… Supongo que es por cábala… jajaja”.

Sobre de dónde le surgió dar ese discurso, ya que no es hincha de Cerro ni de otro club, dijo que fue “por el hecho de llevar toda una delegación de deportistas. Eso me emocionó. Gracias a que el equipo ganó un partidazo, mis palabras se hicieron virales. La verdad, lo volvería a hacer”.

Hincha fanático de… ¡aviones!

“Todo lo que sea volar, para mí es mi vida. Y siempre que pueda hacer algo por el deporte lo voy a hacer desde mi posición”, he’i Tommy.

Recordó que una vez incluso llegó a retrasar un vuelo para que chiquitos “que iban a los Panamericanos Especiales puedan ver cómo es la cabina de un avión, algo que en vuelo es imposible”.

Y sí, su calidad de persona supera por varios “pies” los metros de altura a los que acostumbra navegar.