Ayer se presentó a las 9:00 horas para la declaración preliminar ante el Ministerio Público el joven Rodrigo Fernando Florentín Dávalos (20) ante el fiscal Alfredo Acosta Heyn. El principal acusado del doble homicidio ocurrido en el Paraná Country Club, se ratificó que él actuó en defensa propia.

El “bro” dijo ante el fiscal Heyn que le habían pillado a su padrastro, Osvaldo González, en compañía de una mujer en una casa de la familia, en el barrio San Miguel de CDE.

Upéi regresaron a Hernandarias y allí su mamá le comunicó a él y a su hermano menor que se iba a separar de su pareja.

Osvaldo fue llegando a la casa y se encerró con Dominga en una pieza, donde oñepyrû jey la pelea a los gritos, pero upéi la doña ya fue agredida con golpes de puño, según la declaración de Rodrigo.

El joven dijo que el padrastro le pidió la llave de la habitación matrimonial apuntándole con una pistola en la cara. Después Osvaldo los echó de la casa y se fueron a lo de su tía Ana Paula a dormir.

Al día siguiente regresaron y notaron que la pieza matrimonial estaba llaveada por lo que tuvieron que romper una ventana para ingresar. Rodrigo testificó que estaba limpiando los restos de vidrios cuando apareció Osvaldo con un arma en la mano y le golpeó en la cabeza.

Allí ingresó Nelson (hermano de Osvaldo), el otro fallecido, con un arma también. “Ecuidá cheve kóare, ha oku’e ha ejapi cheve”, fue la orden del padrastro a su hermano, según el relato de Rodrigo.

Su padrastro se escudó detrás de su mamá

El hombre metió a la fuerza a su señora en la habitación y allí la molió de nuevo a golpes de culata y a patadas. En un descuido de su celador, sacó una pistola que tenía oculta en la cintura y baleó a Nelson.

Allí inició una balacera con el agresor de su mamá, quien le tiró a matar a su hijastro, pero escudándose detrás de la mujer. En uno de esos cruces de proyectiles, vio que uno impactó en el hombre, quien se cayó y soltó a la mujer.