Hace casi 13 años que la familia Oviedo Ozuna viviría el peor calvario de su vida.

El 6 de abril del 2006 todos se habían levantado esperando una noticia positiva sobre la pequeña Idalina Oviedo Ozuna, quien tenía 13 años en ese entonces y había desaparecido el 22 de marzo sin razón alguna.

Lamentablemente los augurios no eran nada alentadores, el cuerpo totalmente calcinado de una niña de su edad se había encontrado no muy lejos de su casa.

No había duda, era Idalina, lo confirmaron los estudios. El cielo se nubló para la familia que parecía que nunca más saldría de esa oscuridad a la que fueron sometidos. Hasta que algo pasó que les devolvió la vida a los padres de Idalina.

Empezó a manifestarse y a mostrarse no solamente a ellos, sino también a todo aquel que se encomendaba a ella, hasta ahora.

Pero lo más llamativo de todo es que a la mayoría se le manifiesta para evitar situaciones vai o alguna tragedia.

“De muchas formas se manifiesta, por ejemplo si alguien va a ser asaltado, ella le avisa a las personas que creen o se encomiendan a ella”, explicó doña Leónida Ozuna (51), madre de la niña.

“Hay un testimonio de una persona que iba a viajar en España y en su sueño le apareció que no salga viernes, que salga jueves por su seguridad, no sabemos por qué, pero le protegió de algo seguro. Otro caso fue que le avisó a un señor que le iban a robar, y a otro que se le estaba robando el auto cuando él dormía y al levantarse ya vio que no estaba su vehículo”, siguió la mamá.

Hace poco que se inauguró el lugar de rezo

Ña Leónida contó que hace poquito nomás que se le inauguró el oratorio a Idalina, allí mismo donde se encontraron sus restos.

Había un nicho más pequeño, pero los vecinos de la zona donde se le encontró decidieron armar una comisión y levantarle un oratorio tuicha voi. Sus restos calcinados se encontraron en un yuyal de Capilla del Monte (Ñemby).

El caso nunca fue esclarecido, según la madre. Habían involucrado a un joven que pretendía una relación amorosa con la hermana mayor de Idalina (no le dejaban sus padres por ser menor de edad), pero no se pudo comprobar su culpabilidad.