Ikueraipáma lomitã de la lluvia, las ropas no se secan, y si no tenés una 4×4 o de última un bote, no llegás en paz a tu trabajo. Y si caminás no hay nada de romántico porque opêmba la nde paraguas ha oveve voi a veces.

A todo eso hay que sumarle los destrozos, los baches “sorpresa” que se tragan vehículos y los raudales que llevan motos. La queja es generalizada en las redes sociales. Para colmo, según Meteorología, la lluvia no va a dar luego tregua hasta el próximo lunes voi. ¡Ñandejára!

Por eso, ante toda esta sitú vai, loperro y las yiyis ya recurren a los famosos consejos de las abuelas, que eran algo así como “rituales” para atajar ndaje el mal tiempo.

La mayoría de ellos son sencillos, pero en casi todos el principal “hechicero” es el último de los hijos o el “pahague”, junto a algunas oraciones medio mágicas.

“A mí, mi abuela me enseñaba que el hermano menor tenía que rezarle a Santa Clara para pedir que termine la lluvia y luego tirar jabón sobre el techo. Siempre nos acordamos de eso porque funciona”, contó Lucinda Barrientos, escritora que hizo luego un pedido a los pahaguekuéra en Facebook.

Por otra parte, Inés Montiel contó que se acuerda que le decían para tirar sal gruesa sobre el techo para que la lluvia deje de molestar.

Aurora Paredes si que omombe’u que su abuela les hacía recitar una especie de “hechizo” cuando veía que se acercaba el tiempo voi.

“Yo me acuerdo que famoso nos hacía recitar: caracol, col, col, sale el sol, sol. Y mientras teníamos que hacer un espiral con nuestro pie”, he’i la mitãkuña, entre risas.

“Palo mágico”, una tradición que era muy pedida

Por otra parte, María Cristina González nos contó una cábala muy particular. “Yo tenía siempre un palo y clavaba en la esquina del patio de mi casa, hacia donde salía el sol y cuando hacía eso decía.

“Amoinge aña rev… asador, y siempre paraba de llover un poco. Después ya venían las vecinas y me pedían que haga eso, cuando tenían que hacer los cumpleaños de sus hijos. Sabés luego cómo somos los pobres, los cumpleaños se hacen en el patio nomás luego. Yo era la bruja del barrio… jajaja”, he’i la doña opukávo.

Desborde de arroyo llenó cole de agua

Los estragos de la lluvia se hicieron sentir en la Ciudad Universitaria. El arroyo San Lorenzo se desbordó y el agua entró todito un poco en la Escuela Básica Nº 4.199 María Auxiliadora, que gracias a Dios estaba con solo cinco alumnitos, a los que no les pasó nada. Los profes tuvieron que ponerse a limpiaron toda la suciedad y el agua que mojó todo.

¡Sin perdón! Raudal se llevó una moto

En la Ruta 1, km 14, el día de ayer dos motocas se las vieron negras a tempranas horas. En un video viral que recorrió las redes sociales se pudo ver cómo uno de ellos persigue a su motocicleta, que es arrastrada por las fuerzas del agua.

Pero, sus intentos fueron en vano anga, porque al final la moto oho con el raudal, igual que el dueño, que desesperado corrió detrás del vehículo. ¡Pobre anga!

Por otro lado, en el mismo video se puede ver cómo otro motociclista también se ve en apuros cuando ho’a chugui su moto al agua, pero este tuvo más suerte debido a que varias personas que se refugiaban de la lluvia en ese tramo lo ayudaron y el tipo pudo quedarse con su medio de transporte, esta escena ocurrió también en el mismo lugar.