En el 2015, Alan Medina (31) rumbeó a yanquilandia con su grupo de bailarines a competir en el Festival Hip Hop Internacional.

Él fue con su visa de estudiante porque tenía pensado tomar clases de inglés y también especializarse en la carrera de producción de TV y Cine en el país del Norte y “de paso” quería tantear su entrada al más gigantesco mundo animado de “Disney”, en California.

Luego de varias pruebas, sin tener muchas esperanzas de quedar por la cantidad de personas que se presentaron, finalmente Alan quedó. Alan recordó el momento en que ingresó a Disney ya contratado.

“Éramos muchísimos los bailarines que fuimos al casting, incontables. Fueron varias selecciones que fuimos superando hasta que quedamos 15. Recuerdo que fui el último en ser llamado.

Cuando me tocó a mí me dicen ‘te dejamos al último porque a todos los que dejamos les dimos un rol, pero contigo hay un problema, te dimos cinco y vas a tener que aprenderte más coreos que el resto’”, contó recordando la emoción del momento.

“Hoy día estoy en Soundsational Parade que es un show que desfila por toda la calle principal de Disney. No puedo decir que rol me toca hacer porque si lo hago no hay magia. Pero sí te puedo decir que Mary Poppins es una gran amiga y nos encanta limpiar las chimeneas”, siguió el artista.

Alan además tiene un grupo musical donde canta y baila y vendrá a Paraguay a presentar un Tour Promocional de su trabajo más reciente “Vivo”. “Voy a Paraguay por dos semanas de vacaciones, voy a aprovechar Semana Santa.

El domingo 21 de abril es mi despedida porque tengo que volver por mi contrato con Disney. Voy a realizar un miniconcierto con artistas locales invitados”, relató. Comentó que el lugar está a confirmar aún.

Sus compas yanquis katu le piden tereré

El tereré es el más fiel aliado de Alan, haga frío o calor, siempre lo acompaña en sus ensayos diarios, al igual que en las presentaciones. Alan comentó que sus compas del elenco ya conocen la bebida.

Al menos los que trabajan de cerca con él, porque siempre les invita. “A la mayoría les gusta, hay algunos que dicen que sabe amargo, pero son pocos. Sí o sí siempre me piden que les invite”, dijo.

Relató que allí lo tratan muy bien, más aún porque saben que no tiene familia cerca. “Me siento muy mimado, acá (en Disney) nos tratan demasiado bien y nos dan más de lo que se puede pedir”, siguió.

Alan además baila en locales nocturnos, presenta coreografías a su más fiel estilo.