Doña Feliciana Molinas tiene 79 años de edad y es una mujer vigorosa, incluso más que muchos “péndex” de la actualidad.

La abuelita, a la que se la ve muy bien, tiene su cuenta de Facebook donde paso a paso alza las cosas que hacer para “alegrar” su día y el de sus amigos de la red social, he’i voi ella.

“Mi nieta me ayuda con las redes. Ahí recibo mucha buena onda, la gente es muy cordial conmigo, me escriben y me dicen que admiran que sea muy alegre”, dijo a Crónica la kuñakarai.

Doña Feliciana vive en Itá, donde todos ya la conocen por su alegría contagiante. Suele hacer cosas que a muchos llaman la atención, pero simplemente con el fin de “dejar un poco las penas” y ponerle un toque de felicidad a su día a día.

En su Facebook se la ve en la portada posando al lado de una vaca. Así se divierte ella.

En la foto de perfil está vestida de paraguayita. Es que ella también baila para los festivales de su barrio. “Acá estoy buscando un lugar donde ir a bailar”, bromeó en entrevista con Crónica.

“En el Facebook alzo todo diciendo que pasen nomás, porque los choferes son mis amigos y les bromeo así. Ellos me decían bromeando que por qué no me coloco en el medio mismo”, relató entre risas.

Ella da su asiento en el micro

La kuñakarai viaja cada tanto en colectivo para hacer algunas compras o algún trámite que necesita. Feliciana comentó que ella le da “cátedra” a los jóvenes de caballerosidad y amabilidad.

“No se levantan a dar asiento a las embarazadas o a señoras con bastón y yo me levanto y les digo que ellos tienen que hacer eso. Que antes no era así. El varón se levantaba, sacaba su sombrero (saludo) y luego te ofrecía el asiento.

Ahora se duermen todo gua’u. Entonces yo le doy a ese tipo de personas mi asiento, porque soy fuerte y puede pararme bien todavía”, aseguró.

¡Le baja un vaso de vino al día!

Feliciana contó que su secreto para mantenerse así de vigorosa y tan fuerte es primeramente mantener una mente positiva.

Pero a eso le agrega una buena alimentación a lo yma que incluye el poroto, locro, maní y coco. Además de eso toma un vaso de vino al día por recomendación del doctor.

“El doctor me había dicho en una oportunidad que eso hace bien y que se debe tomar con el almuerzo cuando es livianito”, he’i.

Además de eso camina sí o sí para digerir bien la comida, es muy guapa con los quehaceres de la casa.

“Tengo seis hijos y cinco de ellos están en Argentina. Entonces yo me encargo de todo, hasta pinto mi casa yo”, relató. Explicó que a ella nunca la van a ver triste porque “la vida es hermosa y hay que vivirla”.