Por querer dar una medicina, casi muere. Así de loco, como suena, fue el hecho que se registró en la ciudad de San Lorenzo, donde dos hombres de avanzada edad fueron los protagonistas de este hecho que es insólito por donde se lo mire.

Todo empezó cuando el reloj marcó la hora de las pastillas del abuelo. El más viejo de los dos era el que tenía que tomar unos medicamentos, pero ni ahí que quería. Es por eso que su “kape”, un pariente lejano que estaba haciéndose cargo, se fue para cumplir con el requisito médico.

Pero la negativa mbarete de don Mario Sebastián Caballero, de 85 años, hizo que Anastasio González Báez, de 74 años, se ponga más firme para ver la forma de hacer que se cumpla con lo que correspondía.

Lo que no pilló es que su mayor había sido estaba bien armado. Fue así que de la nada apareció un arma de fuego calibre 22 y en seco le hizo escupir plomo caliente. La bala atravesó el pecho de don Anastacio, quien apúrope fue llevado por su hijo hasta un nosocomio donde se le practicó una cirugía de urgencia para salvarle la vida.

Estaba en el piso, tirado y arrodillado

De acuerdo al relato policial, la persona que es hijo de quien resultara víctima, al llegar a la habitación en la que todo sucedió se encontró al papá tirado en el suelo con la herida producida por el disparo y al victimario arrodillado tratando de levantarse.

Fue en ese momento que se produjo la rápida reacción de los familiares para poder salvar la vida del herido, que de todos modos se encuentra en un estado delicado atendiendo a que también es de una edad considerable.