Bien se sabe que los que se dedican a la música en nuestro país lo hacen por puro amor a la música, ya que no reciben tanto apoyo.

Nucho Duarte (40) es un gran ejemplo de que cuando se quiere, se puede, porque gracias a todo el trabajo inmenso que realizó, hoy conquista escenarios en Suiza.

“Yo provengo de una familia de músicos. Mi papá toca la guitarra, mi mamá canta y en la época tenía una hermana que tocaba el arpa”, omombe’u el valécho.

Si bien empezó desde muy pequeño a dedicarse a la música, nunca pensó que su suerte iba a ser tan grande, así como su talento. Esto lo llevó a alcanzar el éxito en un país europeo.

“Recuerdo que una vez tocamos en un hotel de San Bernardino. Era domingo y estábamos haciendo música en familia. Un alemán vio lo que estábamos haciendo y le gustó mucho ver a una familia de músicos y le propuso a mi papá irnos a Alemania”, comentó Nucho.

La idea de ir a hacer música en el extranjero fue muy interesante para todos y el papá fue quien decidió decirle sí al alemán, quien tenía una cadena de restaurantes en Múnich.

Ese fue el paso gigante que abrió puertas al joven músico paraguayo, quien hoy ya es muy conocido en ese país. Oriundo de Loma Pytã, Nucho vive en la ciudad de Neuchâtel zona suiza francesa y hasta ya formó una linda familia en el lugar.

“Como no queríamos que la aventura se acabe tan pronto, mi papá contactó con el grupo Los Pérez, y desde ahí nos establecimos en Siuza”, aseguró.

Ese fue el inicio de un trabajo incansable para un paraguayo que dejó sus tierras para ir en busca de su más grande sueño, convertirse en un gran músico.

Su estatura lo sacó del arco, contó

Nucho, además de ser músico, quería dedicarse a correr dentro de las canchas, ya que como él indica “todo paraguayo gusta mucho del fútbol”. Por eso decidió volver a nuestro país.

“Lastimosamente para el puesto que elegí mi estatura no me ayudaba mucho y por eso no pude aportar tanto al ámbito futbolístico”, aseguró.

El paso que dio en nuestro país no tuvo los resultados que esperaba, pero eso no lo detuvo, ya que sabía que algo mejor le esperaba. Decidió volver a tierras suizas y dedicarse a hacer lo que más le apasiona, la música.