Mal debut. Y aunque 1-0 suena a poco, por lo que mostró Sol parece mucho. Y conste que Mineros no es que sea un Real Madrid, pero aún así fue superior en precisión y toque.

Ojo, el partido en sí fue muy pobre. En la primera parte solo un taponazo de Richard Franco que pegó en la base del poste y un remate de Jourdan fue todo lo que dejó ver el Azul. Sí, ambos fueron de Sol, pero aún sin brillar.

En el complemento, de movida el Danzarín se instaló en el área del Mineros. Villagra tuvo la más clara y no supo liquidar la jugada.

Pero como el fútbol no conoce de lógicas, el que rompió el cero fue el dueño de casa. Tras un tiro de esquina para Sol, Camargo salió en una contra letal.

Fredes lo empujó, lo estiró, lo pateó pero jamás lo paró. Al final, sacó un centrazo que Cuero, ganándole a Villalba, la mandó a las redes.

Los de Sanguinetti sintieron el golpe y por momentos se descontrolaron, metiendo patadas ápe ha pépe. En más, Mineros terminó “haciendo precio”, porque desperdició no menos de dos chances claras.

Ahora Sol se la tendrá que jugar en su cancha, con la desventaja de haber perdido y no haberla metido.

A casa y pensando en River

Luego de haber estado por casi tres días en Venezuela, a donde llegó el pasado sábado 30 de marzo, Sol de América inicia el camino de vuelta a casa pensando ya en el chute del próximo lunes, en Villa Elisa, ante River Plate, por el torneo casero.

Atendiendo a la “odisea” que es hoy en día ir y venir desde Paraguay a tierras petroleras, el chute de la fecha 14 que se juega entre semana quedó postergado. Le tocaba enfrentar de visitante a General Díaz y trancarán recién el miércoles 17.

Más allá del susto con Giménez, no hay machucados en la plantilla.

Antes que se entre a chutar ojapo turismo

En la previa del encuentro, los jugadores de Sol de América llegaron bien tempranito al estadio Cachamay, donde aprovecharon para hacer un poco de turismo, al menos interno, ya que en las calles hendy el tema.

En la ciudad de Puerto Ordaz se vieron varias movilizaciones por la falta de agua y de transporte público, entre otras cosas. Por eso, los peloteros optaron por asegurar y sacar nomás fotos en la cancha.