En el km 19 de la ruta 1 “Mcal. López”, frente mismo a una conocida escuela de la ciudad de Capiatá, se encuentran esparcidas -sobre una vereda- varias pinturas purete que no hacen más que hermosear el paseo por aquella zona.

Desde paisajes característicos de nuestro país hasta personajes inolvidables como el gran Luis Alberto del Paraná y el jugador Arsenio Erico, hacen distinto el paso en esa parte tan monótona de la Ciudad de los Mitos y Leyendas.

Al costado, en una silla rústica, se encuentra sentado don Óscar Rojas (45), quien resulta ser el hacedor de semejantes obras de arte. Rojas aseguró que su gusto por la pintura lo tuvo desde el momento de la procreación, ya que desde muy pequeño tomó los pinceles y las pinturas como su herramienta de vida.

“Yo aprendí desde muy chico a pintar, esto lo llevo en la sangre”, aseguró el pintor, agregando que la práctica por más de 30 años lo llevó a convertirse en uno de los mejores hasta hoy.

Si bien estos retratos lo califican como el más valé, lo que genera sorpresa en los transeúntes de la ciudad es que avei pintó una de las obras más emblemáticas del gran maestro Leonardo Da Vinci: La Última Cena.

“Estos cuadros los hice por la Semana Santa luego, para que las personas puedan adornar sus casas con imágenes alusivas al tiempo”, indicó Rojas.

El hombre de los colores agregó que hace muchos años se encuentra apostado en la misma ubicación y que con el correr de los tiempos ya se ganó varios seguidores.

Falta apoyo de la sociedad para promocionar arte, he’i

Según he’i el valécho pintor, a estas alturas del campeonato no se cuenta con el apoyo de parte de la sociedad para dar más promoción al arte, por lo que además de los cuadros se dedica a realizar pasacalles.

“A la gente no es que le interesa tanto el tema del arte, y esto es algo muy valioso que muchas veces se desperdicia”, aseguró el pintor.

En ese sentido, Rojas avei lamentó el poco interés que demuestran los jóvenes en la pintura. “A mí me culque el tema del arte, eso puede evitar que los jóvenes se pierdan”, afirmó.

Por eso Rojas he’i que se colocó frente mismo a una escuela, para que los niños puedan apreciar lo que significa el arte de los colores.

Ndofaltái los jopýcho que regatean he’i

Si bien las pinturas son muy utilizadas para adornar las aburridas paredes de varias casas, muchas personas no quieren gastar su platita para comprar los cuadros purete.

“Hay gente que viene a regatear y te quieren pagar por un cuadro que cuesta más de 1 millón por menos de la mitad”, afirmó don Rojas y agregó que aparte del trabajo intenso que realiza para lograr los paisajes de la gran siete, avei invierte un dineral.

El valécho lamenta la forma en que loperro se van y menosprecian el laburo mbarete que realizan.

Por otra parte, el pintor he’i que así como están los “jopýcho”, están los que sin titubear te tiran el precio total que se pide por cada paisaje. “Yo me siento feliz cuando valoran mucho mi trabajo”, concluyó.