En diferentes puntos de nuestro país la situación no es nada fácil para todos los pequeños campeones que se van a estudiar pensando en un futuro mejor.

A pesar de que a diario se encuentran con muchas adversidades, muchos escueleros no bajan los brazos y hacen de todo para no faltar a clases.

Margarita Villan y Sebastián Villan viven en la localidad de Benjamín Aceval, departamento de Presidente Hayes, y demostraron que ganas no les faltan para estudiar.

Las calles por las que transitaban para dirigirse a la Escuela Básica N.º 5862 Samu’û se vieron afectadas por la crecida de un riacho, por lo que los valécho escueleros se deben ir en una canoa.

“Lo que nosotros queremos destacar son las ganas de estudiar, porque son tan chicos y se arriesgan a cualquier cosa para poder irse a clases”, aseguró Lilian Caballero, directora de la institución.

El recorrido mbarete por la zona inundada que hacen los pequeños solo les acerca hasta la ruta Transchaco, que está a 4 kilómetros de su escuela.

“Lo que nosotros solemos hacer es que yo les espero al costado de la ruta hasta que lleguen en su canoa, después yo les alzo y les llevo hasta la escuela”, explicó la directora de la escuela, quien avei ofrece toda su disposición para que los chicos puedan estudiar.

Caballero aseguró que la situación empeora cada vez que hay crecida o muchas lluvias, lo que a su vez pone en peligro a los alumnitos de dicha institución.

“Cuando es la salida siempre les acerco hasta donde dejaron su canoa, para que puedan irse a sus casas”, indicó la dire.

Si bien la situación se repite cada vez que las aguas reclaman territorio, las docentes no se niegan en ayudar a sus alumnitos para que puedan asistir a las clases.

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Lilian Caballero señaló que valoran mucho el esfuerzo que realizan los pequeños para poder seguir estudiando.

“Margarita y Sebastián no son ni el primer ni el último caso, hay varios alumnitos que pasan por la misma, o por peores situaciones”, indicó avei.

Según comentó la docente, hay criaturas que llegan hasta la Transchaco en caballos, después de haber cabalgado por más de 10 kilómetros y agregó que los pequeños nunca voi se cansan.

“Ellos son un ejemplo de vida para toda la sociedad, porque a pesar de que son muy chicos, se esfuerzan hasta el último”, afirmó Caballero.

Con muchas fuerzas el pequeño Sebastián rema a toda bala para poder llegar hasta su querida escuelita, para seguir creciendo y aprendiendo mucho.

“Algunos viven al lado e igual faltan a clases”

Si bien, realizar estos esfuerzos en pos de un futuro mejor ya es algo normal para los escueleros de Samu’û, la directora destaca el esfuerzo.

“Es admirable lo que ellos hacen porque hay alumnos que inclusive viven al costado de la escuela y siempre se ausentan”, refirió.

Por otra parte, Caballero avei dijo que estos pequeños campeones pertenecen a familias de escasos recursos, por lo que la admiración de parte de todos los profes voi se acrecienta.

Según indicó la directora, Margarita y Sebastián anhelan terminar sus estudios para convertirse en grandes profesionales y de esa manera tener un futuro mejor.