Con una gran vocación de servicio, lleva a sus chicos en su transporte escolar acuático.

Nacer, crecer y malcriarse en una escuela que hoy sigue siendo parte de su vida, es una situación que para muchos no tiene sentido, pero Estela Jara, una docente que no conoce barreras, demuestra su sacrificio, pero ante todo su gran vocación a la profesión, la de la docencia ya que sin importarle cómo esté el clima, sube a su canoa y empieza a remar para llegar a la casa de estudios, “Profesor Doctor Luis María Argaña”, situada en Isla Margarita, parte de la ciudad de Carmelo Peralta, distrito de Alto Paraguay.

La escuela está en una isla y tiene como costumbre recibir la “visita” de la crecida cada tanto, pero a pesar de eso, la profe no se deja vencer y antes de ir, llegar ella sola, pasa a recoger a los alumnos haciendo como una especie de transporte escolar acuático.

“Yo alquilo la canoa, a veces nos traen los papás de los niños, pero otras veces paso por sus casas para recogerlos y así poder llevarlos a la escuela”, decía la docente de tan solo 23 años, y desde hace dos años trabaja en el lugar.

La maestra contó que la escuela Argaña fue parte de su infancia y hoy es parte del plantel de docentes. Aseguró que junto con sus colegas y los alumnos hacen patria, además del gran orgullo que lleva en el pecho por hacer lo que desea y poder seguir con su loable trabajo, la de llevar educación y enseñanza a los más pequeños.

“Yo fui parte de esta escuela, vivo acá en la zona y ser parte de ella hoy mismo me llena de orgullo”, decía la valiente profesora.

Hace un año que consiguió para su rubro

La profe hace un año que consiguió un rubro en la escuela, pero resaltó que su ida y venida tiene una distancia de 2 kilómetros al día. Resaltó que ella enseña el famoso plurigrado el 2.º y 3.º grados de mañana, mientras que en el turno tarde enseña el 4.º grado.

“Son muchos alumnos en verdad, porque como estamos en el límite con Brasil hubo un tiempo donde ahí nomás ya se iban los niños, pero ahora la cantidad que tengo es 24 de mañana y 14 de tarde, es realmente un gran número”, decía la docente mientras daba un pequeño suspiro.

Profesor por vocación y bombero de corazón

Reinaldo Cardozo es un docente que no conoce de límites ya que además de ser un profesor “re-purete” con sus alumnos que cursan con él la materia de Educación Física, también está a disposición de la ciudadanía, ya que es parte del cuerpo de bomberos azules de la ciudad de Yataity, situado en el departamento de Itapúa.

Haciéndose un poco de tiempo, en medio de la enseñanza contó que todos le hacen la pregunta ¿de cómo puede tener tiempo para hacer las dos cosas?, resaltó que solo es cuestión de organizarse y si querés ayudar al otro está en el ideal todo termina saliendo como si nada.

“Hace 7 años que soy bombero, es una pasión que siempre tuve, escuchar la sirena me eriza la piel”, decía el docente.

Resaltó que hace un tiempo entregó su puesto de comandante de la compañía ya que el mismo requiere tiempo y mucha más atención y dio su lugar a otro colega de los bomberos azules.