El santito tiene más de 120 años y asegura que tiene poder de sanación. El rollete va a su casa en busca de algún milagro. “Un pa’i, que anteriormente estaba en Itacurubí del Rosario, le regaló a mi mamá, con un propósito y es la de sanar”, contó ña Lorenza.

Son las 6 de la mañana. La abuelita se despierta, se levanta, a pasos lentos se dirige hacia una imagen del Espíritu Santo –que está en una de las piezas de su humilde vivienda– y comienza a rezar. Afuera, una joven madre con su bebé en brazos espera con entusiasmo su turno. A su lado, toda una familia cansada, pero con mucha fe de que encontrará alguna solución para los pequeños de la casa. Son personas de diferentes partes del país. Y todos esperan ser tocados –o simplemente guiados– por la misma mano. La mano de la abuelita, ña Lorenza Medina (84), que atiende a personas que buscan sanación para sus más pequeños, aunque también acuden a ella personas mayores.

“Yo no hago milagros, ¿Quién soy yo?, es Dios a través de su Espíritu Santo”, confesó la abuelita. Su casa está ubicada en Itacurubí del Rosario, a donde llega gente en busca de algún “milagro” a través de una oración. Ña Lorenza comentó que esa imagen del Espíritu Santo que tiene en su pieza –y donde comienza su día con un rezo– tiene más de 120 años, lo heredó de su mamá y asegura que Dios se manifiesta allí con milagros a través de esa antigua imagen. “Mi (imagen) Espíritu Santo ya curó del ojeo, de la pérdida de juicio, de dolores de estómago, de dolores de pecho y de muchas cosas peores”, dijo. “Anteriormente, cuando mamá estaba esto se llenaba.

Llegaba gente de Asunción, de todas partes del país”, agregó. “Una vez llegó un mitã’i que no podía caminar. Oramos y se levantó y salió caminado. Es Dios quien hace el milagro a través de su Espíritu Santo”, contó la abuelita. “El Espíritu Santo hace milagros en mi casa”, finalizó.

El santo fue regalo de un sacerdote he’i
A la consulta de cómo la imagen llegó a sus manos, ña Lorenza comentó que hace varios años, un sacerdote de la zona se lo regaló a su mamá. “Un pa’i, que anteriormente estaba en Itacurubí del Rosario, le regaló a mi mamá. La imagen tiene más de 120 años. El pa’i le regaló con un propósito y es la de sanar”, dijo. Explicó que la forma en que asiste a las personas es una sola: oración. “Los que vienen se sientan o se paran frente al Espíritu Santo y roñembo’e (oramos). Heta la gente ou. Che sy heta gente oñatende vaekue (mucha gente atendió) y yo también después de ella. Hacemos la oración del Espíritu Santo”, sostuvo. Ña Lorenza comentó que a la imagen le falta alguna parte debido a que ya está muy vieja, pero “igual sigue siendo milagrosa”, tiró.

DE TODO
Ña Lorenza asegura que ya vio milagros de todo tipo. “La fe de las personas es la clave”, dijo.

CONOCIDA
En la zona de Itacurubí del Rosario todos conocen a la guapa abuelita.