Ella misma le había dado el número del marido para que le avisara cuándo pasaría a cobrar por un zapato que le salió caro.

Nunca fui celosa ni desconfiada, pero un día el diablo metió la cola y revisando el celular de mi marido encontré unos mensajes extraños de la mujer, no tenía idea de quién se trataba. Después comparé y era el mismo número de la vecina de quien había dejado a cuotas un par de calzados, fue terrible enterarme así de la verdad. Yo misma le había dado el número de mi “amorchi” para que me avise cuándo pasaría a cobrarme, pero me salió demasiado caro el zapato.

Ya le enfrenté a ella, le pedí que le deje a mi marido, y ella me gritó que sea más civilizada, que no le va a dejar a mi marido, más bien que me comporte como “una cornuda consciente”. Recuerdo que eso me hizo enojar tanto que me desvanecí, tuvieron que llevarme al hospital porque me dio un ataque de nervios, me atajaron con calmantes.

Hace 5 años me casé, hay una hermosa criatura fruto del amor, todo marchaba bien hasta que se cruzó en nuestras vidas esa mala mujer, famosa en el barrio por “asaltabraguetas”.

La mujer es casada, pero muy caradura, me suele llamar para contarme que están juntos o mensajea detallando lo bien que pasaron en la cama.

Después de eso, mi hermano aunque dijo que no se quiere meter, me confirmó que la vecina suele irse en su moto al trabajo de mi marido a verle, que le lleva comida.

Pero aún así no le dije nada a mi marido, no sé cómo decirle, porque nunca tuvimos este tipo de problemas, él no toma, no farrea, es un señor serio, bien vestido. Pero le ataco por cualquier otra cosa, siempre estoy como enojada con él, le reclamo hasta por qué no le bañó al perro.

Dejé pasar los días, pero nuevamente me llegaban los mensajes de ella diciéndome que estaba con él, entonces le amenacé que le contaría a su marido, que le conozco de vista, pero ella me cortó con que mi criatura pagaría las consecuencias.

El último mensaje que ella me envió decía que ella estaba embarazada de mi marido, que de una buena vez les deje hacer su vida juntos. Le respondí que se lleve a mi marido con papel de regalo, pero no es cierto, me afecta bastante todo.

Hablé mucho con mi mamá y mis suegros, ellos ya saben, les dije que me quería divorciar, pero me pidieron que no le dé el gusto a la mala mujer. Cada vez me alejo más de mi marido, él se da cuenta y me pregunta qué me pasa, por eso me alejo, hasta piensa que tengo otro hombre. Yo le insinúo que tal vez él sea el que esté fallando y me jura que “jamás haría eso, que jamás me va a cambiar por nadie”.

Ya no sé qué pensar, soy de las personas que piensa que si una vez te engañan siempre volverán a hacerte lo mismo y eso me desarma. La verdad no tengo idea cómo enfrentar la situación, paso todo el día pensando, pero no llego a ninguna conclusión, ¿qué consejo me das? MARIÁNGELA, DE LIMPIO, 40 AÑOS

“El último mensaje que ella me envió decía que ella estaba embarazada de mi marido, que de una buena vez les deje hacer su vida juntos”.

RESPUESTA: ANTE LA SOSPECHA DE UN POSIBLE TESAPO’Ê

Enfrentar la crisis con inteligencia emocional

Cada pareja es un mundo. Y por ello, es difícil decir con total seguridad qué hacer o qué no, en realidad que el instinto tiene mucho que ver, pero también la inteligencia emocional a la hora de enfrentar una crisis. También tu propio deseo o motivación de seguir adelante con esa persona.

Para algunas cosas del amor no hay mucha lógica, si no hay confianza no hay una buena relación, pero tu pareja no puede adivinar lo que pasa. Puede que te engañen, puede que no, la única manera de encontrar solución es hablando con tu pareja, cuando te sientas preparada para hacerlo.

Para contextualizar, un tesapo’ê sería cuando una persona allegada, conocida, amiga intenta seducir a tu pareja para quedarse con ella. Si hay sospechas de un intento de tesapo’ê, en vez de tratar el tema como un secreto comentado, es mejor hablar con tu pareja y cuidarla, en vez de atacarla, no pierdas la confianza en tu capacidad para salir adelante de los problemas.

Solo que tenés que buscar un momento adecuado y las palabras adecuadas, el dolor nos hace actuar de manera errónea y decir cosas de las cuales nos arrepentimos después. Tampoco se trata de evadir la situación, pero hay que trabajar primero contigo misma para salir de ella.

Reconoce que te sientes mal y expresa tus sentimientos. Ahora, respecto a la supuesta otra persona, bajo ningún sentido sigas prolongando el acoso de tu aparente rival, al que te estás sometiendo. Evita obsesionarte con las cosas que te diga, eso solo te causará daño, por lo tanto debes pensar primero en tu bienestar.

Hay personas que disfrutan tanto ver sufrir al que consideran más débil, es una demostración de “poder” en el círculo de la violencia o una forma equivocada de cobrar venganza por el calvario que llevan dentro. Tenés que dejar el juego de las amenazas por celular y actuar, cortar por lo sano o luchar por tu matrimonio para salvar la relación, si es que las cosas son como cuentas.