Santaní se salvó de lo peor. Porque si bien perdió, lo hizo “solo” por 2-0 y de visitante, lo que no es tan mal negocio. Y esta afirmación se sustenta por como se presentó el partido ante La Equidad, que le hizo precio en “El Campín de Bogotá”, en el chute de ida de la segunda fase de la Copa Sudamericana.

No fue bueno el chute de los dirigidos por Pablo Caballero. Fue superado en el mediocampo por el mayor volumen de juego del cuadro colombiano. Hansel Zapata, que fue una especie de carrilero, hizo lo que quiso las veces que encaró.

Fue justamente este pelotero el que se aprovechó de un desajuste defensivo para poner el 1-0 en una corrida por el sector izquierdo del ataque.

Lo poco que generó el cuadro del Tapiracuái terminó en la nada. Se notó una diferencia física importante a la hora de las pelotas divididas. De yapa, cuando justo en el segundo tiempo comenzó a jugar mejor, se vino el segundo de La Equidad por intermedio de Carlos Peralta, que cerró solito un centro bajo desde la izquierda.

Eso terminó por sepultar el intento del cuadro paraguayo, porque todo lo demás se vio hacia su arco, porque La Equidad estuvo más cerca del tercero que Santaní del descuento. Una parada más que difícil le espera al cuadro paraguayo en la vuelta, dentro de una semana. Hendyta compañero.