Encontrar una respuesta ante la pérdida irremediable de un ser querido siempre es difícil y más si se trata de una muerte confusa. Así fue que el 1 de mayo de este año, los días se volvieron un infierno para Luis Gómez, quien por medio de una llamada recibió la terrible noticia de que su hijo, Diego Gómez, desapareció en aguas del río Paraná.

Con la esperanza al borde y el miedo a flote, don Luis zarpó en busca de su hijo, que se desempeñaba como marino en la zona. “Yo me fui para buscarle a mi hijo, pero no para encontrarlo así”, lamentó el desesperado padre, quien hoy busca una respuesta más lógica para esclarecer la muerte de su heredero. “Me dijeron que mi hijo salió a la madrugada, se quitó la ropa y se tiró, y que solo dijo que quería hacer eso”, explicó Luis. Lo que no cuadra en la mente del karai es que sus compañeros no pudieron salvarlo, ya que aseguró que todos los marinos están adiestrados para salvar la vida de un tripulante. Sostuvo avei que tras llegar al lugar donde presuntamente se había tirado su hijo, se sintió en un mundo sin salida, ya que ninguna de las autoridades le brindaron una respuesta clara y concreta de lo que había pasado en horas de la madrugada de ese día, y que se llevó la vida de su primogénito.

“La tripulación está ocultando algo, el capitán no fue capaz de buscar a su tripulante”, denunció Luis. Tras reclamos y búsquedas incesantes, encontraron el cuerpo de Diego en las mismas aguas que lo llevaron para siempre. Según indicó Luis, hasta ahora siguen los reclamos a las autoridades de la Prefectura Naval Paraguaya, ya que no están colaborando con la investigación.

Padre he’i que no fue suicidio, asegura que fue una “omisión”

Una hipótesis que no convence a la familia del joven fallecido es que pudo haberse tratado de un suicidio. “Yo, que le conozco muy bien a mi hijo, puedo asegurar que él es incapaz de hacer eso, él era un joven que tenía arranque, mucho espíritu, ideas y mucho futuro”, expresó en medio de suspiros Luis. Lo que este padre buscador de respuestas asegura es que se trató de una omisión de auxilio, ya que ni los tripulantes ni nadie hizo nada. “Nadie hizo nada para salvar la vida de mi hijo, ni siquiera siguieron los procesos correspondientes”, añadió Luis. La familia Gómez espera encontrar pistas para poder descifrar qué fue lo que pasó el pasado 1 de mayo.

“Gracias a Dios nunca perdí a ningún tripulante”

Los testimonios de varias autoridades y compañeros que estuvieron ese trágico día no entran en la cabeza de un padre que día a día compartía con su hijo.

Además, Luis se dedica a navegar desde hace 26 años y conoce todos los pasos y procesos que se realizan en la embarcación. “Yo sé cómo se trabaja y gracias a Dios nunca perdí a un tripulante”, omombe’u don Luis. Padres y hermanos de Diego esperan los resultados de la autopsia, que llegarán a la Fiscalía en pocos días. “Lo que destaco es el trabajo de la fiscala que está a cargo, nos dio un poco de esperanza”, resaltó don Luis.