Pero ni michîmi de esperanza luego le dio el Botafogo a Sol de América. La “hazaña” en esta Copa Sudamericana se fue al tacho ni bien comenzó el partido y después s;i que se vino un “carnaval” en pleno Río de Janeiro, pero para el local, porque para cuando iba media hora de juego acabó a festa para el Danzarín.

Apenas iban 8 minutos de juego cuando Cícero ya sacó tajada del juego ofensivo. Y a los 29’ Luiz Fernando sentenció el partido. Más que nada porque estos golpes vinieron en los momentos en que Sol más apretaba en busca del arco rival. De hecho, salió con actitud ganadora. Pero la falta de peso en ofensiva y su fragilidad en defensa le pasaron factura.

El segundo tiempo ya fue “decorativo”, para que los rapais hagan lujos, fiesta y dos goles más ante un Sol que, más allá del resultado, nunca perdió la dignidad. Eso sí, tuichaiterei la diferencia.

“No pudimos evitar que nos sorprendan”

Al término del encuentro, César Villagra he’i “sabíamos que teníamos que cuidarnos de sus contragolpes, pero no pudimos evitar que nos sorprendan cuando nos agarraban malparados después de una jugada en ataque. Sabíamos que no iba a ser fácil por lo que es Botafogo con su gente y en esta cancha”.