José Barrientos, conocido como don Nene, ojapo un cartel para homenajear a sus vecinos, víctimas del tesapo’ê. La idea causó la risa de los vecinos.

Los artesanos son seres con mucha creatividad, que además de hacer obras de arte, muchas veces le bajan algo kachiãi para generar un poco de risa. José Barrientos es uno de esos que la vida la vive a carcajadas, usando lo que más le gusta para sacarle una sonrisa a sus vecinos del barrio Las Mercedes, de la ciudad de Areguá.

En esta ocasión katu, el valécho don Nene, como lo conocen, ojapo un homenaje poco común con el que algunos se van a sentir identificados y otros si que omanóta de la risa. Con un feroz cuerno de buey, el artesano ojapo un cartel para homenajear a todos los que alguna vez sufrieron tesapo’ê en la vida. “Homenaje a los cornudos, calle el destino esquina el sombrero”, he’i el cartel que fabricó don Nene y que luego colocó sobre el poste principal de su calle. “En un tiempo hubo muchas personas en mi calle que pillaron que eran cornudos, entonces se me ocurrió poner en nombre de ellos”, omombe’u el capo, para quien la famosa frase: “De la muerte y del sombrero nadie se salva”, es más que cierta ndaje.

José comentó que a pesar de que muchas personas saben que fue él quien puso el cartel de los cornudos, nadie nunca se quejó ni dijo nada. “Las personas que ven simplemente se ríen, algunos no le hacen caso, capaz que fue uno de los afectados, todos sabemos quiénes son”, explicó entre risas el artesano.

La calle aregüeña Gabriel Casaccia esquina Humaitá hoy en día se convirtió en la más famosa del país, por el gran homenaje que le hicieron a los desdichados cornudos. “Para complacerles a los cornudos los cuernos pinté de Cerro y Olimpia, así nadie se enoja”, agregó el capo.

El “señor de los cuernos” siempre ra’e hace bromas frente a su casa

Don Nene omombe’u que atendiendo a que tiene atýra los cuernos de bueyes en su casa, con los que hace artesanía para luego vender, siempre trata de robarle sonrisas a sus vecinos. “Una vez coloqué muchos cuernos frente a mi casa y vino una chica a preguntarme por qué así eso. Le dije que era por los cuernos que ya me pusieron”, contó entre risas.

José he’i que una vez colocó avei uno de los cuernos más grandes que tenía por un poste en la calle en donde vive, pero que de un día para el otro llevaron. “Seguro llevó alguien que sabía bien que era su cuerno”, ironizó el capo. Las personas ya están acostumbradas a ver el cartel en la zona, por lo que muchos ya se familiarizaron e incluso indicaron que podría tratarse de un atractivo turístico de la ciudad.