José Vidal Arias tenía tan solo 50 mil guaraníes en sus bolsillos. Pero eso no le impidió soñar, y en grande. “Solo es cuestión de animarse. Si no lo hacemos no sabremos lo que pueda pasar”, sostuvo. A un año de ese impulso que tuvo, José se convirtió en el diseñador de una camisa paraguayaite que ahora es sensación en Estados Unidos y otros países. El joven confecciona las camisas y le agrega algo nacional: dibuja y pinta sobre las telas todo lo relacionado a nuestro país. “Plasmo el ñandutí, dibujo guampas, bombillas, el cántaro, etc.”, explicó.

Comentó que lleva un año con el negocio y que a full le llueven pedidos sobre todo desde el país de Trump. “Fui el primer paraguayo que lanzó unas camisas pintadas de guampitas paraguayas. En Estados Unidos es sensación. También me llamaron ya de España, México, Colombia. Por Instagram me contactan y les envío por correo paraguayo. Desde el exterior me piden los paraguayos, pero también muchos extranjeros que son amigos de paraguayos que ven y también me piden a través de ellos”, tiró.

El joven contó que literalmente comenzó con su negocio con un 50 mil guaraníes. “Recuerdo que dibujé y tiré en mi Facebook el diseño. No tuvo éxito una semana y después alcé a mi cuenta de Instagram y ahí fue que lo vio la cantante Marilina Bogado y me pidió una camisa para su novio. Y yo en ese momento solo hice el diseño porque no confeccionaba. Después vi que ella compartió en su cuenta y de ahí comenzaron a contactar conmigo. La gente comenzó a llamarme para pedirme las camisas y realmente comencé con ese 50 mil guaraníes que tenía en el bolsillo. De la primera ganancia volví a comprar más tela y así fue que la gente no paró de pedir las camisas”, explicó.

De mitã’i ya dibujaba y laburaba en un taller de costura

José comentó que de chico le gustaba dibujar. “De ahí viene ese don que tengo de pintar. Pinto cuadros, retratos y ahora lo que hago es pintar sobre camisa. Lo perfeccioné estudiando”, dijo.

Además, comentó que lo de la costura lo aprendió avei desde mitã’i. “Yo trabajé desde los 10 años en un taller de costura y conocí a muchas personas ahí. Una de ellas es Nina Román, la costurera y la modista con quien estoy trabajando actualmente. Ella me vio crecer”, contó. El local de José se llama “May Arias” (está con ese nombre en el Facebook). “May es por mainumby, porque me gusta esa ave porque es escurridiza y busca siempre un néctar nuevo, nunca se queda en una misma flor y los diseñadores somos así”, finalizó.