Por medio de un mensaje se enteró que su novio era infiel. De un día para el otro su novio cambió con ella, después de 4 años la relación ya no tenía la misma fuerza.

Me enamoré locamente de un hombre, cuyo amor defendí pero a pesar de todo me dejó. Te cuento que traté a toda costa de que se quede conmigo. Estuvimos cuatro años juntos y al final otra persona se interpuso en nuestro camino.

Hace 6 meses que sonó su celular y era ella, pero no habló y esa misteriosa llamada me hizo levantar la oreja, me callé, no le dije nada después de un partido con los amigos.

Desde esa vez lo noté muy cambiado, muy enojado, por más que yo trataba de pacificar sus comentarios, él en todo momento se mostraba irritante, como que nada de lo que yo hacía le gustaba. Así mi vida se convirtió en un infierno con él.

Yo intentaba de todo, me vestía sexy para él –dispuesta a cumplir con todos sus caprichos–, pero una vez quedé muy indignada. Estaba intentando hablar con él, me mostraba cariñosa, le preparé una rica cena, me vestí sexy, pero en medio de nuestra conversación recibió nuevamente una llamada.

Me dijo que se tenía que ir urgente. Le pregunté si volvería, pero se rió nomás y se fue. No le importó ni todo lo que yo preparé para él. Me dejó plantada y se fue.

Al día siguiente recibí un mensaje de un número desconocido, me dijo “tu novio sale conmigo, ya pasó tu temporada”. En esos momentos yo estaba trabajando, quería que la tierra me tragara, lloré muchísimo, me dio un dolor en el corazón.

Para la tarde me subió la presión, en eso me quebré, estaba muy sensible y me interné con un derrame parcial, a pesar de todo salí bien, comencé mi tratamiento.

Él vino a buscarme, estuvo a mi lado, me negó todo lo de la chica, pasó un tiempo, pero ni bien me recuperé, volví a darme cuenta de que andaba raro conmigo, ya no quería tener intimidad.

No me resigné y volví a buscarlo, intenté de todo pero nada, después de eso empezaron las amenazas y los extraños mensajes hasta que él me confesó que sí había otra mujer y que lo mejor era terminar todo.

Por las tardes voy a mirar el río y un día se me aparece un hombre blanco de ojos azules diciéndome que el tiempo cura las heridas y me pongo a llorar pensando por qué tengo tanta mala suerte en el amor.

Necesitaba desahogarme, un día como hoy estoy muy triste. CARMEN DE SANTANÍ, 37 AÑOS.

“PARA LA TARDE ME SUBIÓ LA PRESIÓN, EN ESO ME QUEBRÉ, ESTABA MUY SENSIBLE Y ME INTERNÉ CON UN DERRAME PARCIAL, A PESAR DE TODO SALÍ BIEN, COMENCÉ MI TRATAMIENTO”.

LA RESPUESTA: NO TODO ES COLOR DE ROSA SIEMPRE

Tenés que ganarle a la tristeza, levantate y salí adelante

En la vida hay aciertos y errores que dejan sus consecuencias, se asumen y se avanza. Ganale la pulseada a la tristeza, puede servirte de motor siempre cuando aceptes que vos podés controlarla y seguir adelante con la frente en alto.

Si la suerte no te acompaña, si todo negro se ve el panorama, tranquila que algo bueno seguro que está por venir, tenés que estar atenta y hacer algo por atraer las situaciones positivas a tu puerta. Date cuenta de que a veces las cosas no se van a dar de la manera en que las esperas, pero con optimismo hay un mejor pronóstico siempre.