“En mi vida hizo muchísimos milagros y es por eso que como familia decidimos construir el oratorio”, dijo uno de los devotos

Era cerca de las 6 de la mañana. El sol comenzaba a ganarle la pulseada a la luna. Doña Clotilde camina apenas apoyada con un bastón y se une a las personas que están frente a una capillita. “Vengo a dar las gracias”, dijo con una suave voz que delataba sus 84 años. Al rato, un hombre se sienta en la entrada de la casa observando el predio que lleva hasta el “santo milagroso”. “Antes de ir al trabajo pasé para agradecerle por lo que hizo en mí”, confesó. Todos ellos son lugareños del barrio Ykua Satî, en Itauguá Guazú, quienes acuden hasta el oratorio San Miguel, ubicado en la vivienda de don Antonio Aquino (58). Aseguran que en el lugar se dieron milagros realmente inexplicables y que de allí salen fortalecidos con paz y tranquilidad. “En mi vida hizo muchísimos milagros y es por eso que como familia decidimos construir el oratorio. Desde allí, la comunidad viene aquí a dar las gracias por los prodigios”, comentó don Antonio.

Sanaciones de dolencias y enfermedades de todo tipo, liberaciones. Todo eso se da, según comentan los devotos, en la capilla de San Miguel al momento del ñembo’e mbarete. “Es nuestro protector aquí en el barrio”, agregó don Antonio. “Siempre fuimos devotos de San Miguel. Le pedimos algo y él nos demuestra que está ahí y que cumple. Eso sí, siempre se cuenta el nombre del santo, pero el milagro no, es algo que creemos que debe ser así”, comentó. “Con el tiempo nuestra capilla fue creciendo y eso es porque aquí suceden cosas muy buenas y milagrosas”, finalizó.

Quiere vender una reliquia de la época del Mariscal López

Don Antonio comentó que la idea es refaccionar los alrededores del oratorio para que los devotos estén más cómodos. “Necesitamos colocar un techo y además comprar sillas”, agregó. Es por eso que el karai puso a la venta algo que para él tiene mucho valor sentimental: una cacerola gigantesca en que se guardaban objetos de valor en la época del Mariscal López. “Es de la época del Mariscal López, tiene mucho valor por su antigüedad. Yo lo había comprado en su momento y ahora lo ofrezco para poder refaccionar la capilla”, contó. “Allí se guardaban las reliquias como monedas de oro, cadenillas, etc., en esa época”, agregó. “Quiero vender por 2 millones de guaraníes”. Si estás interesado, podés llamar al (0981) 12 64 88.

DONACIONES
Hace unos días, los devotos juntaron varias bolsas de ropas y alimentos no perecederos y enviaron a los damnificados en Pilar.