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Añeja Virgen de Caacupé es venerada con mucha devoción

Añeja Virgen  de Caacupé es venerada con  mucha devoción

En el barrio Pitiantuta, en Fernando de la Mora (Zona Sur), vive doña Justina Oviedo (73), más conocida como doña “Reina”, es dueña de una de las imágenes santas tal vez más antiguas del país. Se trata de una Virgen de Caacupé de madera que increíblemente, a pesar de los años que ya pasaron sigue intacta. “Esta Virgen desde que tengo memoria, mi finada madre doña María Rita Bogado ya lo tenía. Ella falleció hace 34 años, a la edad de 82 años, y haciendo las cuentas ya tendrá más de 200 años de existencia esta Virgen”, relató doña Justina.

Darsy muestra el material del que está hecha la imagen.

La mencionada Virgen, antes de su madre perteneció a los abuelos adoptivos de doña Justina. “Una pareja le había apadrinado a mi mamá y ya tenían 70 años de edad cada uno. Ellos antes de morir le entregaron a mi mamá la Virgen para que cuide porque perteneció a sus antepasados y mi mamá antes de morir me había dicho que en el lugar donde ella muera debía quedarse la Virgencita. Ella murió frente a mí y la Virgencita se quedó conmigo”, recordó la fiel devota de la Virgencita Azul.

Lo que le sorprende mucho, tanto a doña Reina como a sus hijos y vecinos, es que la Virgen se mantiene bien “chusca” como hace añares. Ni si quiera el kupi’i le agarra y la pintura que tiene es la original. “Al mirarle ya se ve que su pintura parece nueva y realmente nunca se tocó porque yo quiero que sea así auténtica. Al levantar se la siente ligera como papel. Pero ella sigue igual hermosa siempre”, recalcó.

Es como si fuera que tiene voi “superpoderes”, he’i. Tanto se le quiere a la Virgencita que hay personas que viajan del interior del país cada 8 de diciembre para celebrar con ella. “Hay personas que tienen su promesa con ella y vienen porque le festejamos nosotros siempre”, comentó la señora.

MILAGROSA. Darsy Paola y Jorge Mendoza, hijos de doña “Reina”, contaron a Crónica que la Virgencita siempre respondió a sus oraciones. Ya realizó sanaciones de enfermedades y cumplió cientos de deseos de los devotos que la frecuentan.

Doña Justina, con su hijo Jorge

La historia de José, el indio que talló la primera Virgencita

La primera imagen de la Virgencita Azul de Caacupé, según la leyenda, nace con un escultor guaraní de nombre José. Cuando volvió de las selvas del valle de Ytú con un gran trozo de madera de buena calidad, se encontró ante indios mbayá. En ese momento dijo que se le apareció la Virgen María y le dijo que huya al bosque. Él corrió y se escondió y ahí prometió hacer con la madera del árbol una imagen de la Virgen si es que llegaba a salir con vida. Los indios siguieron de largo y José cumplió su promesa.

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