CON CAMPAÑA POR FACEBOOK PIDIERON DONACIONES

Doña Mercedes se considera una superviviente del cáncer. Contó que como agradecimiento a su lucha ganada a la enfermedad se dedica a servir a los más necesitados

Por todas las pruebas que la vida le puso en el camino. Eso le enseñó a Mercedes Sosa a dar todo lo que está a su alcance para las personas que necesitan ayuda, y así cumplir con la promesa que alguna vez le hizo a Dios.

La valécha doña es de esas que se enfrenta a lo que sea, pero siempre lleva en su corazón al Todopoderoso, a quien da gracias por curarse de una enfermedad vai.

“Gracias a Dios yo me salvé de esa enfermedad, y ahora no me queda más que servirles a los que necesitan”, he’i la valécha mujer, quien fue aplaudida por un loable gesto que hizo con una pareja de ancianos que vivían en la extrema pobreza.

Ña Eladia de Benítez y su esposo, Luis Benítez, residían en una precaria casa que estaba a punto de derrumbarse sobre sus cabezas en el barrio San Francisco, distrito de San Juan Nepomuceno, Caazapá.

Doña Mercedes se enteró, y no dudó en dar su ayuda. Hoy día ya disfrutan de una segura y hermosa casa, en donde inclusive ya se mudaron.

Mercedes he’i que se enteró de la sitú en la que vivían los abuelitos por medio de uno de los vecinos, por lo que después decidió visitar a la familia. “Era lamentable la forma en la que estaba viviendo esta familia. Yo vine a sacar las fotos y después publiqué en el Facebook para iniciar una campaña solidaria”, aseguró.

Luego de la divulgación de la sitú de los abuelitos, doña Mercedes, he’i que le cayeron donaciones como del cielo, ápe ha pépe. “Muchísimas personas me ayudaron para cumplirles el gran sueño a esta familia que prácticamente estaba en una choza”, comentó.

“No tengo mucho dinero, pero sí un corazón muy grande”, he’i

Aldo Vera es un joven emprendedor de la zona que avei luchó mucho para progresar. Comentó que fue él quien donó todos los materiales para la construcción de la casa purete para los abuelitos. “Yo no tengo mucho dinero, pero sí un corazón muy grande, por eso decidí dar mi grano de arena”, le bajó. Otro capo que avei aportó lo que puede en la campaña fue Óscar Romero, quien se encargó de la construcción de la casita. Sin lugar a dudas el barrio San Francisco de esta ciudad henyhe voi de las personas solidarias, ya que en un sapy’aite voi se organizaron para cumplirle el sueño a esta humilde familia.

Siempre hubo necesidad en la familia ra’e

Doña Eladia y su esposo, Luis, tuvieron 6 hijos a lo largo de su matrimonio. La necesidad nunca se fue de su casa, pero ellos siempre se defendieron como pudieron de ella. Hoy día, tras varias décadas, esta pareja de abuelitos vive al cuidado de su hija, Mercedes Benítez, quien se dedica a vender yuyos en la zona.

“Gracias a la señora Mercedes ahora tenemos al menos una casa digna en donde podemos vivir, todo le debemos a ella”, contó la mujer. La humilde familia se quedó contenta y feliz con su casita de la gran siete que se cimentó con pura solidaridad.

DATOS

NI PARA COMER

Doña Mercedes explicó que ña Eladia y su familia vivían en una sitú vai en la que algunas veces no tenían nada para llevarse a la boca. “Ellos viven de lo que la gente les da, sus hijos también son de escasos recursos”, aclaró.

TODO DONADO

Por medio de la campaña mbarete que organizó la valécha mujer, hasta la esposa del intendente le donó una cama he’i. “Una empresa me donó otra cama, y después todo fue donado por gente de San Francisco”, he’i.

CIFRAS

22

DÍAS

Nomás les tomó construir la casa a estas personas, quienes conformaron ya una comisión.