Con el uniforme de panadero, los muchachitos van a ofrecer sus delicias a los conductores por las calles y con eso salen adelante.
Antes que el gallo cante, Miguel Romero (21) ya empieza a calentar la mano para empezar a amasar los panes y así ofrecerlos fresquitos a los compradores todos los días.
Con un gorrito y delantal color rojo todos los muchachos salen a la calle para vender sus exquisitos panes, los cuales conquistan a cualquier degustador con solo probarlos una vez. Esto nació ante las ganas de querer trabajar y poder tener cada uno un poco de plata para poder alcanzar sus principales sueños: seguir con sus estudio.
“Este 23 de julio va a ser un año que empezamos con la venta de panes y la verdad que es todo un éxito, no nos podemos quejar”, decía Miguel, quien es uno de los que hace estas exquisiteces, pero son ocho en total en el equipo. El panadero contó que el nombre de está panadería es “Olam”, que en hebreo significa “Dios eterno”, ya que los mismos pertenecen a una iglesia cristiana de nombre Centro de Avivamiento Cristiano Paraguay.
“Nosotros somos de la Villa 24 y yo soy el encargado de traerles y llevarles hasta Mariscal López. Somos de San Lorenzo”, dijo Miguel resaltando que la cocción de los panes se hace en la casa de sus padres.
A los muchachos se los puede encontrar todos los días frente al Hospital de Clínicas, que se encuentra en San Lorenzo. Encontrarlos es lo más fácil, ya que llevan puesto su llamativo uniforme.
Comentarios