La confianza mató al gato, dice un dicho. Un joven que acostumbraba dejar las llaves de su rodado a los cuidacoches ho’u hule, ya que se le robó su móvil que había dejado estacionado sobre las calles Palma y 15 de Agosto de Asunción. Resultó víctima del exceso de confianza y de los ladrones un empleado estatal de nombre Emmanuel Guirland Oviedo, quien solía dejar su llave a las personas que se dedican a cuidar los autos en las calles.
“Anteriormente estaba con otro cuidacoches, pero chocó mi auto y decidí cambiarlo”, relató al canal NPY. Cuando llegó para abordar su auto, de dónde… Ya no estaba en el lugar.
Le empezó a reclamar a los cuidadores, quienes en su defensa le dijeron que él no le había dejado las llaves y que capaz desapareció por arte de magia del lugar donde estaba estacionado.
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