Todo comenzó con mensajes al Facebook, luego pasaron al celular y a pesar de que nunca se vieron, ella cree que se enamoró. Se alejó y hoy lo extraña.

Hace un año que estoy enamorada de un hombre con quien chateo desde hace mucho tiempo, pero aún no nos vimos.

Un día me contó que se estaba separando y entre sus palabras siempre había invitaciones a que nos conociéramos, pero yo las rehuía porque me daba miedo lo que sentía. Además, solo eran mensajes en Facebook, porque nunca tampoco me pidió mi teléfono.

Pero me acostumbré porque todos los días me escribía, y como que yo ya esperaba esos mensajes, quería saber de él. Dejé la amistad de lado, pero otra vez por trabajo coincidimos y él siguió este juego.

Un día me llega un mensaje de una mujer que decía que era su novia, que le había conocido por internet y le había dado su teléfono y estaban superenamorados. Supuestamente quería ser mi amiga, nunca entendí por qué. Lo que sí supe es que tenía celos de mi relación con él, por el contenido absurdo de su mensaje, así que con todo mi dolor me aparté.

No sé cómo ella supo que yo mensajeaba con él, pero por lo que me dijo, preferí alejarme antes que me meta más y ya no pueda escapar de eso.

Le envié un mensaje largo de despedida y él me devolvió otro con su teléfono. Pensé mucho, pero al final le escribí a su celular y a partir de ahí los mensajes eran de todos los días, casi 24 horas chateando y sabiendo lo que hace uno y el otro.

Él me dijo que esa mujer era solo un pasatiempo, que no veía futuro a su lado. Por mi parte me gustaba chatear, pero le pedí que nunca me llame, y eso cumplió.

Pero meses después me enteré que siguen juntos porque ella me escribió nuevamente. Me pidió que me aparte de él, que deje de molestarle, que es ella su pareja y que me dé cuenta que a mí ni siquiera me conoce personalmente.

Eso me hizo pensar porque era cierto. Así que me aparte, pero él vuelve siempre a mí, me dice que en la vida hay etapas, que duran más o menos, que se pasan. Yo no le entiendo, no sé qué quiere de mí, si solo una persona para chatear, alguien a quien recurrir para contarle sus cosas…

Lo peor es que no le olvido, que extraño sus mensajes cuando pasa el tiempo y no los manda.

Me he puesto enferma de verdad. Pierdo peso, el pelo y estoy muy triste. ¿Qué hago? He tratado de distanciarme, pero siempre vuelve y en sus palabras hay puertas abiertas. Un día me dijo que si nos conociéramos, no me escaparía ni con alas. Eso me da mucho miedo. PATY, DE LUQUE, 30 AÑOS.

“UN DÍA ME LLEGA UN MENSAJE DE UNA MUJER QUE DECÍA QUE ERA SU NOVIA, QUE LE HABÍA CONOCIDO POR INTERNET Y LE HABÍA DADO SU TELÉFONO Y ESTABAN SUPERENAMORADOS.”

LA RESPUESTA: AMORES VIRTUALES

Puede que sea un escape a sentimientos

Todo depende de vos. Nadie más que vos puede vivir la vida por vos, pero puede que se trate de una adicción a internet mezclado con carencias afectivas, que a veces no se toma conciencia fácilmente.

Sería bueno acercarte a conversar al respecto, tal vez tener un enamorado virtual sea un escape, pero por más que tus sentimientos sean reales date cuenta que hay más de fantasía que necesitas canalizar. Tendrías que analizar tus objetivos, revisar tus proyectos, hacer algo para que la brecha de comunicación no se extienda más de lo que ya está. Hay muchas cosas que puedes hacer si lo deseas antes que obsesionarte con un “donjuán internauta”.

El hecho de que no lo conozcas en persona puede que colabore a que se acrecienten tus expectativas con respecto a él, que pueden ser grandes como un globo y desinflarse una vez que lo veas, o todo lo contrario.