Le detectaron leucemia en febrero y necesitaba un trasplante de médula de un familiar.

Inteligente, noble, humana, jovial y una arquitecta con un futuro bastante prometedor, así recordarán a Karen Gómez Segovia sus allegados. Una mujer en que todos los ámbitos de su vida daba lo mejor de sí para que el fruto de cada esfuerzo sea el mejor. Karen se fue muy joven. Exactamente a la edad de 36 años. Partió esperando que apareciera un familiar que le diera una esperanza de vida, que le donara la médula que podía terminar con su leucemia.

La joven profesional fue adoptada cuando aún era una pequeña en la Cruz Roja. Lo único que sabía de su madre es que podría ser de la zona de Misiones, por lo que sus parientes adoptivos empezaron en marzo pasado una intensa búsqueda de sus parientes biológicos, ya que los médicos le dijeron que el trasplante de médula de un familiar de sangre le salvaría la vida.

Pasaron los días, las semanas y meses, pero ningún cercano suyo apareció. “Llegaron a venir varias personas, a una se le había hecho el ADN y a otro la prueba de compatibilidad de trasplante, pero los resultados arrojaron negativo”, contó a Crónica Marcelo Zarza, un amigo muy cercano de la joven.

En vista de que su salud se iba deteriorando Karen viajó con su esposo a Brasil para seguir su tratamiento. Empezó su quimioterapia y con la primera sesión ya no aguantó. Su vida se iba apagando poco a poco en el periodo que le dieron para que se recuperara de la quimio, hasta que finalmente su corazón dejó de latir.

“Ella emocionalmente estaba muy fuerte, muy animada, luchó hasta el final. Pero lamentablemente su cuerpo no aguantó”, expresó.

“Tenía muchos deseos de conocer a su familia”, he’i

Marcelo contó que Karen anhelaba con todo su corazón conocer a su familia de sangre, especialmente a su madre. “Tenía muchos deseos de conocer a su familia biológica. Lamentablemente se fue sin cumplir ese deseo”, dijo muy herido el compañero. “Karen, uff, ella era mi hermana prácticamente”, siguió.

Contó que ella trabajaba en una telefónica en el área de proyectos como arquitecta. “Yo estaba en otra área pero éramos muy amigos”, contó Marcelo. Explicó que antes de viajar ella se casó con su pareja con quien ya convivía. “Su marido y sus padres biológicos y demás familiares están desbastados. A Karen la vamos a extrañar todos muchísimo”, dijo.

Finalmente instó a valorar más la vida, los detalles con la persona amada, ya que nunca sabemos cuándo se va apagar.

VELATORIO. A Karen se la veló en el “Memorial” del Mcal. López. Estuvieron presentes familiares y amigos que la querían mucho, quienes dijeron que la recordarán con mucho cariño, con la humildad que la caracterizaba.