Se trata del vocalista de «Los Jaraneros» quien pudo cumplir su sueño de entregarle a Roque la canción que le hizo

Ronald Marcelo Palacios Bello, vocalista de la conocida agrupación nacional “Los Jaraneros”, falleció hace unos días de manera insólita. Numerosos artistas lo despidieron vía redes sociales después de que la banda anunciara la desgracia en Facebook.

El músico sufrió una muerte súbita en plena cancha, cuando se disponía a jugar su segundo partido de fútbol. Don Rafael Palacios, líder de “Los Jaraneros” y padre del fallecido, dijo que fue un golpe duro para la familia, aunque comentó a Crónica que encuentra consuelo en el hecho de que Ronald partió feliz, habiendo cumplido uno de sus mayores sueños, regalarle a Roque Santa Cruz, su ídolo, la canción que le escribió.

“Fue una tarde de tragedia para nosotros, mi hijo tenía tantos sueños, tantas metas pero Dios dijo basta”, empezó diciendo don Rafael, quien lleva toda su vida al frente del grupo en el que tiene también a su otro hijo Rolando, trabajando a su lado.

“Él es un amante del fútbol y siempre juega con sus amigos, con sus ex compañeros. El sábado fue a jugar un partido. Jugó uno, y al ingresar a la cancha para el segundo partido se desplomó, se golpeó la cabeza al caer y ya no se levantó. Fue trasladado de urgencia al Hospital de Clínicas, ahí ya no pudieron reanimarlo”, explicó el artista, quien acotó: “Seguramente venía con algún problema de salud que nunca nos hizo saber. En urgencias nos dijeron que fue muerte súbita. Dejó dos hijos, una nena de 18 años y un varón de 17”.

SUEÑO

Solo unos días antes de encontrarse con la muerte, Ronald cumplía uno de sus sueños. “Mi hijo cumplió muchos de sus sueños y uno de ellos fue hace muy poquito.

Él es un admirador de Roque Santa Cruz, es olimpista, y había compuesto una canción que se tituló ‘Al gran Roque Santa Cruz’. De la nada surgió el pasado jueves una reunión con el plantel de jugadores y ahí pudo hacerle entrega del material donde estaba su canción y la letra de la misma.

Tuvo la oportunidad de cantarle en persona y esa fue su última gran alegría, estaba feliz porque pudo compartir con su ídolo”, comentó don Rafa.

DOLOR

Igualmente, el vacío que deja un hijo en la familia, es grande. “Con mi señora nos encerramos en el dormitorio a llorar, es muy duro para nosotros. Hoy (por ayer) pusimos su plato en la mesa y lloramos todos su ausencia”, finalizó.

“Esa fue su última gran alegría, estaba feliz porque pudo compartir con su ídolo”

Don Rafael Palacios, Padre de Ronald