La modelo cuenta detalles de su matrimonio y advierte que hay “cosas raras” que más adelante va a sacar a la luz.

Vivi Figueredo viajó hace un par de días a Ecuador. Había sido se fue con la firme intención de divorciarse, pero estando allá recibió un no contundente de su marido, el ecuatoriano Giancarlo Álvarez. “Él no quiere el divorcio. Yo ya vengo pidiéndole eso desde hace rato, pero él no quiere. Y no tiene sentido, porque ya no estamos juntos”, dijo Vivi.

– ¿Vos viajaste ahora esperando que él acepte el divorcio?

– Él en realidad me pidió que conozca el lugar donde vive ahora. Como trabaja en la Contraloría, le trasladaron de Guayaquil a Quito. Él me insistió para que vuelva con él, pero yo ya estoy decidida. Le dije que no, pero él también me respondió que no sobre el divorcio.

– ¿Se pelearon?

– A mí me dicen muchas cosas de él, pero siempre que hablamos, todo se da en buenos términos. Pero yo necesito divorciarme, no puedo estar casada con una persona con quien ya no vivo. Tampoco voy a volver con él, eso ya está decidido.

– Muchas cosas se dicen de esta boda, todo es muy raro. ¿Fue un casamiento arreglado?

– Hay temas delicados de los que ahora no puedo hablar. A él le convenía estar casado.

– ¿A él sí y a vos no? ¿Por qué te casaste entonces?

– Yo creo que casarse conmigo le venía bien. Nosotros tuvimos una relación de un año, en ese tiempo viajamos a muchos lugares. Disfruté. Creo que eso me confundió un poco. Si bien no quería casarme y me negué a su propuesta, al final acepté. Una vez que nos casamos, nos teníamos que instalar en su casa, en las afueras de Guayaquil, en un lugar donde no hay nada, enseguida me di cuenta de que me iba a desesperar ahí sin hacer nada.

– Hay gente que habla justamente de un matrimonio arreglado, como que él iba a recibir un beneficio económico y que necesitaba estar casado para eso. Otros, incluso, hablan de que te usa de pantalla.

– Por mi experiencia con él te puedo asegurar que eso de la sexualidad no es verdad. Él se comportó como hombre conmigo en todo ese año que estuvimos juntos. Pero sí me pasaron muchas informaciones de él; un día, si es necesario, voy a mostrar todo lo que tengo de él. Hay cosas muy delicadas, de asuntos legales, que tanto su familia ni mi familia no podemos revelar. Es difícil para mí estar así.

– ¿Te casaste sin quererle?

– Me encariñé. Creo que eso pasó.

– ¿Qué vas a hacer con el tema del divorcio si él no quiere?

– Voy a tener que ver un abogado. Si no se da por las buenas, será por las malas. Voy a tener que entrar en demanda.

– Corrieron rumores de que, en realidad, te mintió sobre su posición económica y que eso hizo que vos le dejaras.

– Él y su familia tienen buena posición económica. Su papá es ingeniero, su mamá está en el rubro de la comunicación, su hermana es arquitecta. Te digo, cuando mi mamá se fue a visitarme allá, se le partió el corazón por el lugar donde estaba. La casa y la situación económica estaban bien, pero el lugar… “Acá no hay vida”, me dijo mi mamá.

– ¿En el divorcio vos le vas a reclamar plata o bienes?

– En todo divorcio también se hace separación de bienes. Nosotros nos casamos con sociedad conyugal; o sea, todo lo de él y lo mío están en una misma bolsa. Eso tenemos que dividir.