Venían más golpeados que rodilla de zapatero. Sabían que este cruce de paleta tenía que ser el despegue. Pero el que logró dar el manotazo para no ahogarse más en el fondo de la tabla fue Luqueño, que con un “refuerciño” volvió loco a los de Guaraní y desnudó un montón de problemas en su propia “toldería”.

Los de “Tiburón” Torres contaron con la brillante gestión de Valdeci Moreira, un rapai que se “posesionó” a lo Neymar, aquel que brillara en Santos, y comenzó a hacer estragos en un “Indio” herido que no tenía respuestas.

Mientras en Luqueño se vio juego en conjunto, atacando y defendiendo en bloques, corriendo la cancha, en Guaraní eran 11 tipos “sin señal”, que no lograron conectarse más allá de ese gol inicial que en definitivas no le sirvió para nada.

Fernández, con un golpe de cabeza tras centro de Morel puso el 1-0. Y ahí terminó. El resto, todo auriazul. Primero con el pase quirúrgico de Valdeci para que Armoa empate sobre la salida de Don y después con dos lujos del propio rapai que hizo que se le extrañe a Luis Cabral.

Aprovechando la falta de reacción del rival, de delanteros “plantados” al suelo y sin sorpresa, de un medio que no marcaba a nadie, Luqueño hizo “leñao” del Cacique caído…

EN EL BANCO. Pese a la falta de peso en el ataque, Gustavo Costas prefirió dejar a Ortigoza en la banca.

RESPIRÓ. Con este triunfo, Luqueño para respirar con el tema descenso: volvió a alejarse del fondo.

“Si todos nosotros tenemos el mismo pensamiento…”

Valdeci Moreira, la gran figura que dejó ver Luqueño, he’i al final del encuentro que “sabíamos que iba a ser muy difícil el partido por todo lo que estaba en juego, pero sabemos que si todos nosotros tenemos el mismo pensamiento, se va a hacer mucho más fácil”.

El peloteriño, autor de dos golazos con mucha técnica, confesó que Maxi Biancucchi cuando supo que venía para acá “me habló y me dijo que por mi estilo de jugar, de velocidad y de habilidad, tenía que encarar. Y eso es lo que hice. Por suerte sirvió para el equipo”.