Gerardo Echeverría Velázquez es integrante del plantel de Primera del Deportivo Recoleta, equipo que milita en la Primera B. Pero en esta categoría los jugadores no tienen sueldo, algunos reciben un viático y otros solo perciben unos guaraníes por partido ganado.

Esto obliga a la mayoría a buscar un trabajo donde tengan un sueldo seguro, porque la familia no puede esperar.

Crónica conversó con Gerardo, quien confesó que ha tenido que hacer “otra actividad” para generar un poco de plata, porque “lo que se gana en la B no alcanza”.

“Me gusta el fútbol, es mi gran pasión. Comencé a jugar en el club Silvio Pettirossi a los 15 años y con 16 años ya formé parte del plantel de Pettirossi en Primera División. Félix Torres y José Núñez me alzaron a Primera. Fui el único de mi categoría que subí a Primera División en el 2008”, dijo el delantero.

Nació en el barrio Roberto L. Pettit un 16 de octubre de 1990, hoy con 28 años forma parte del elenco “funebrero” y sueña con volver a jugar en la máxima categoría de nuestro fútbol.

Estuvo cinco años en el elenco “Aviador”, pero la relación con el club terminó mal, ya que el entonces presidente Dario Núñez le pedió mucha plata para darle su pase. “Dario Núñez no me quiso dar mi pase, tuve muchos problemas con él y hasta que al final tuve que pagar para liberar mi ficha. Gracias a mi hermano Jorge Echeverría pude pagar, tuve que darle 4 millones de guaraníes a Dario Núñez”, confesó.

CUATRO CLUBES. A lo largo de sus 28 años Gerardo Echeverría jugó en cuatro equipos, Silvio Pettirossi, Limpeño, Capitán Figari y Deportivo Recoleta.

CUALIDADES. El atacante confesó que no es un futbolista muy habilidoso, pero que pone huevo y garra en todos los partidos.

“Darío Núñez no me quiso dar mi pase, tuve muchos problemas con él y hasta que al final tuve que pagar para liberar mi ficha”

GERARDO ECHEVERRÍA, Jugador de Recoleta

“Trabajé en una panadería, hacía galleta”

Jugar en clubes de la Primera B significa ganar poca plata y el atacante de Recoleta lo sabe muy bien, ya que hace un par de años tuvo que trabajar en una panadería porque lo que ganaba en el fútbol no le alcanzaba.

“Trabajé en una panadería, me levantaba a las 4:00 de la madrugada.

Hacía galleta y otros productos. Aprendí mucho”, apuntó.

Funcionario público desde 2015

Ramón Gómez Verlangieri, político liberal, es el mandamás del Sportivo Limpeño, en su momento él le ayudó a ingresar a la función pública. “Yo concursé para el cargo y entré. Soy contratado. Cumplo funciones en la Facultad de Medicina, estoy en la parte administrativa. Este trabajo me da mucha tranquilidad”, he’i.

Admira mucho a Santa Cruz

Gerardo Echeverría es uno de los tantos que admira a Roque Santa Cruz, sueña con volver a militar en Primera División y poder enfrentarlo. “Mi motivación es mi hija (Alejandra de 4 años) y el colega que más admiro es Roque Santa Cruz, es increíble la categoría que tiene. Para mí es un ejemplo a seguir”, acotó.