No existe el crimen perfecto y menos cuando los agentes de Investigaciones se ponen las pilas para aclarar los hechos delictivos que ocurren en nuestro país.
El pasado 30 de junio se había radicado la denuncia de un supuesto caso de secuestro exprés del que ndaje fue víctima el agente Pablo Peralta, en ese entonces de la Comisaria 2.ª de Fernando de la Mora y en horario de servicio fungía de transportador de la recaudación del día de la bodega “Baratote”.
En aquella oportunidad el policía denunció que se le había sustraído la suma de 100 millones de guaraníes producto de la recaudación de la bodega, pero al realizar las investigaciones se logró con la detención de tres personas.
Tras vichear las imágenes del circuito cerrado de la zona se llegó a comprobar de que no existió ningún “secuestro” sino que fue una simulación de hecho punible, en pocas palabras un autorrobo.
El oficial le entregó el dinero a Cirilo González y César Morel, este último confesó al momento de su detención de que se repartieron entre los tres el dinero hurtado. Del botín Morel se compró un automóvil y González inició una construcción en su terreno, y Peralta se quedó con el 20% de lo robado.
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