El reguetonero que metió varios hits nos cuenta que estaba muy bajoneado y justo cuando analizaba dejar los escenarios una situación cambió su suerte.

“Hay un antes y un después del show de Daddy Yankee en Paraguay. Justo cuando estaba todo mal y analizaba dejar de cantar se me dio la posibilidad de estar en ese mismo escenario y ahí cambió todo para mí”, dijo el cantante al programa de televisión “En Boca de Lobos”.

Le llamamos de Crónica para consultarle sobre la crisis por la que evidentemente pasó y nos confirmó que estaba bastante mal. “Sí, hubo un bajón para todos. A mí me bloquearon en todos lados, no había más shows. Y también estaba bajoneado porque no sentía más ese apoyo de la gente que todo artista necesita. Y sí, consideré la posibilidad de dejar de cantar. Pero con ese show de Daddy Yankee cambió todo”, nos dijo.

– ¿Por qué, qué pasó esa noche?

– No solo esa noche, sino en la previa misma cuando el público pidió por nosotros para que estemos en ese escenario con Daddy Yankee (en “La Nueva Olla”). Justo en ese tiempo estuve preguntándome a diario: “¿Será que el paraguayo valora lo que se hace musicalmente?”. No había algo que me dijera que la gente valorara lo que hago. Yo venía de haberme hasta enfrentado con otros artistas porque defendía la creatividad, creo que el artista tiene que crear, tiene que interpretar temas inéditos y no hacer covers. Después de bajón, cuando estábamos bastante apagados porque nos cerraron muchas puertas, la gente misma me puso en el concierto de Daddy Yankee. Ahí volví a sentir ese cariño que faltaba. Sentí que el público valoró mi trayectoria y que todo lo que hice como artista valió la pena. Estábamos en baja en shows y también en difusión. Pero después de lo de Daddy Yankee cambió todo. Fue muy gratificante.

– ¿Dejaste de pensar en la posibilidad de colgar el micrófono después de eso?

– Sí, porque los contratos empezaron a sumarse después de eso. El artista necesita el cariño del público, hacía rato que no sentía eso. Pero también es muy necesario sumar shows, por sobre todo para quienes vivimos de esto. Es muy gratificante.

– ¿A qué te ibas a dedicar si dejabas la música?

– Yo pensaba en dejar de cantar, pero la música, en realidad, no iba a dejar, porque ante todo soy productor. Sigo haciendo temas para otros artistas, hago videoclips, trabajo con diferentes estilos.

Iba a dejar de cantar, pero no de producir. Pero como la magia de la música, del escenario, se volvió a encender, ahora seguimos más fuertes que nunca, con varios shows. Más todavía porque superamos un poco esa barrera de los monopolios que nos frenaban; ahora cerramos varios eventos ya para fiestas patronales, expos, eventos muy importantes que nos vuelven a tener en cuenta.

– ¿Criticar a los cumbieros que hacían covers, enfrentarte a ellos casi te sepultó como cantante?

– Me pasó factura en su momento el criticar a los que hacen cover. Pero tenía razón. Sabía que eso iba a tener su bajón. El paraguayo es exigente, aunque no lo creas. Es un público que se cansa rápido si no le das cosas nuevas. Todo el mundo copiaba canciones. En medio de todo, a mí me vino bien, seguí estudiando el gusto de la gente para hacer canciones a medida, a mi estilo, pero sabiendo qué quiere la gente. El disco “El Origen” está teniendo muchísimo éxito ahora, tiene más de 100 mil reproducciones en Spotyfi. La canción “Que te vaya mal” está siendo muy aceptada por la gente. Estamos muy bien ahora.

– ¿Vos cobrás por las canciones propias?

– Sabemos que en Paraguay está APA, entidad que protege a los músicos, hace valer los derechos autorales. Antes era un sueño, hoy día es una realidad. Cuando no tenía shows, cuando estábamos en época de vaca flaca, me salvaba bien, hoy día me genera regalías. Esa es una gran ventaja de ser autor.

– ¿Hacés canciones para otros grupos?

– Sí, compongo canciones para muchos artistas, recientemente para “Los Ojeda”, grabamos juntos con Iván Zavala, la última canción de Nadia Portillo también es mía. También colaboré con “Banda Santa Fe”. Tengo la dicha de poder componer temas y de contribuir a que otros artistas puedan interpretar temas inéditos, propios.