Vistió la casaca de General Caballero (ZC), 2 de Mayo PJC, 3 de Febrero, Antofagasta de Chile, Tolima de Colombia entre otros clubes; hoy se gana la vida manejando un colectivo de la línea 6.

Hay futbolistas que brillaron en nuestro fútbol y también en el exterior; sin embargo, no tuvieron la suerte de hacer una gran diferencia en lo económico, por lo que se ven obligados a trabajar y dejar el fútbol en segundo plano.

Uno de ellos es Julio César Martínez Bobadilla (37 años), quien tiene un gran recorrido en el mundo del fútbol y actualmente juega, casi solo por amor al deporte rey, en el Sportivo Ribereño de la Liga Limpeña de Fútbol. Y durante la semana trabaja como chofer de la línea 6 y cada vez que se da la ocasión acompaña a su hermano, de profesión mecánico, a reparar camiones. Crónica habló con él y esta es su historia.

Nació en Asunción el 31 de mayo de 1982 y a los 16 años ya debutó en el primer equipo de General Caballero (ZC).

“Tuve la suerte de jugar en la Primera de un equipo importante como General Caballero (ZC). Estuve tres años allí (1998-2000)”, dijo el delantero.

Lleva más de 21 años en el fútbol, pero al igual que muchos deportistas de nuestro país, Martínez Bobadilla nunca facturó como lo hacen Leo Messi o Cristiano Ronaldo, por lo que tuvo y sigue haciendo diversos tipos de trabajos.

“Gané un dinero al salir al exterior, eso me sirvió para comprar terrenos y casas, pero después eso se fue todo otra vez. Tengo una familia que mantener y cuando el fútbol ya no me daba lo que necesitaba comencé a trabajar con mi hermano en mecánica, arreglábamos camiones grandes y hace dos años que trabajo en la línea 6 como conductor. Gano mejor como chofer que jugando al fútbol”, afirmó.

“Tuve la suerte de jugar en la Primera de un equipo importante como General Caballero (ZC)”

“Gané un dinero al salir al exterior, eso me sirvió para comprar terrenos y casas, pero después eso se fue todo otra vez”

JULIO MARTÍNEZ, Sportivo Ribereño

Pasó por CG, “3”, Tolima y Godoy Cruz

El recorrido que tiene Julio Martínez es tremendo, con 21 años de carrera pasó por los siguientes clubes: General Caballero (ZC) (1998-2000), Sportivo Iteño (2001), Pilcomayo MRA (2002), Gral. Caballero (ZC) (2003), Deportes Antofagasta (2005), 2 de Mayo PJC (2006), Deportes Tolima de Colombia (2007), Godoy Cruz de la Argentina (2008), 3 de Febrero (2008), 12 de Octubre de Itauguá (2009), Técnico Universitario de Ambato de Ecuador (2010), Sportivo Iteño (2011), Choré Central (2012), Sol del Este (2013) y Capitán Bado de Pilar (2014).

Tres años dejó de jugar (2016-2018) y este año volvió al deporte que más le gusta, el fútbol, vistiendo la casaca de Sportivo Ribereño de la Liga Limpeña de Fútbol. “Volví solo porque tengo una gran amistad con el presidente del club”, afirmó.

“Un presidente me amenazó con un revólver calibre 38”

El atacante de 37 años reveló un capítulo explosivo que vivió en el año 2008 con el entonces presidente del Sportivo Luqueño, Ramón González Daher.

“Un presidente me amenazó con un revólver calibre 38, te voy a contar, total ya pasó mucho tiempo. En el 2008 yo jugué el primer semestre en Godoy Cruz de la Argentina y en el segundo semestre volví a Paraguay porque la gente que me llevó me engañó. Hugo Bogado me dijo que debía presentarme en Luqueño, pero yo quería jugar en el 3 de Febrero porque me ofreció un mejor salario. Fui a hablar con Ramón González Daher, no quiso darme mi pase, hasta me amenazó con una 38”, contó el pelotero.

La muerte de su esposa lo dejó en estado de…

El año 2016 fue tal vez el peor en la vida de Julio Martínez, su esposa murió electrocutada y él quedó a cargo de los tres hijos. “Tengo tres hijos y dejé de jugar al fútbol para cuidar de ellos. La verdad me quedé en estado de shock”, contó el futbolista. Julio (18 años), Monserrat (16) y Julio Francesco (11) son los hijos del matrimonio. Además tiene otro fuera del matrimonio, Andrés (12).

“Gamarra y Sarabia fueron los que más me patearon”

Como delantero Julio Martínez se enfrentó a los mejores defensores del mundo. Al ser consultado sobre quiénes fueron los zagueros que más “huellas” le dejaron, no dudó en decir Carlos Gamarra y Pedro Sarabia.

“Me enfrenté a varios buenos jugadores, pero los dos que más me patearon sin dudas fueron Carlos Gamarra cuando estaba en Olimpia y Pedro Sarabia. En un partido contra Libertad, Sarabia me pisó el talón y me dejó varios minutos en el suelo, después me levanté y le dije que así nomás no me va a sacar de la cancha”, gatilló.