Los médicos están acostumbrados a temas como este, pero quedaron sorprendidos de igual manera.
Una paciente de 21 años que ya estaba con un embarazo a término, 38 semanas, llegó al Hospital Regional de Pedro Juan Caballero para hacerse una cesárea y recibir a su bendición. La emoción y las ganas de poder tener a su bebito en brazos eran lo más esperado, pero la misma no solo llevaba dentro de ella un hermoso varoncito, sino que también tenía dos quistes, uno del tamaño de una pelota de playa y otro más pequeño.
“Ella se hizo sus controles prenatales durante la gestación. Se le pidió una ecografía de la gestación y ahí apareció, fue un hallazgo casual y seguramente la paciente ya tenía algunas molestias, pero no sabía”, decía la doctora Shyrley Duarte, jefa del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Regional de Pedro Juan Caballero, donde se practicó dicho procedimiento.
El recién nacido está más que sano, pesa poco más de 3,600 kilogramos, pero lo llamativo de todo es que uno de los quistes pesa 8 kilos y poco más, mientras que el otro 500 gramos. Siendo así algo sorprendente dejando a todos incluso a los propios médicos con la boca abierta.
“El bebé nació superbién, está estable y mamando, la mamá también evoluciona muy bien”, decía la doctora quien resaltó que sacar quiste de otros pacientes es algo normal, pero lo que ahora sucedió en verdad es algo sorprendente y lo más importante el buen estado de salud de ambos pacientes.
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