“El mes que viene se cumple un año y es como si hubiese ocurrido ayer. Es algo difícil de olvidar. Pararme en frente de la casa me cuesta mucho hasta hoy en día”. La que habla es Gabriela Candia, quien vive al lado de la denominada “casa del horror”, ubicada en Oliva y Montevideo de Asunción, donde a finales de setiembre y comienzos de octubre del año pasado fueron asesinadas cinco personas (tres adultos y dos niños).
“Imagínate, el baño de mi casa está pegado a la casa (del horror) y los primeros meses -luego de lo ocurrido- no quería ir sola al sanitario. Tenía miedo. Con eso te quiero decir que nos costó procesar lo que pasó. Nos conmocionó”, agregó.
Los declaraciones de Gabriela coinciden con varios testimonios de personas que viven por la zona o que rondan día a día en las adyacencias de la “casa del horror” que, hasta la fecha, sigue causando impactos. Y en ese ir y venir de informaciones que se pasa de boca en boca no podía faltar el elemento misterioso, que “desafía” a la razón.
En este caso, varios conductores de colectivos aseguran que por las noches un “extraño ser” les hace la parada y desaparece de la nada ¡frente mismo a la “casa del horror”! “En el último redondo (cerca de las 11 de la noche) siempre los choferes a quienes les toca hacer el tramo cuentan que una sombra les aparece y hace la parada, pero al acercarse bien no está nadie. Y eso sucede en frente de la casa”, contó Yimi Rafael, quien trabaja como “campana” a una cuadra del sitio “misterioso”.
El karai ya prestó su oído a varios choferes, quienes le contaron su experiencia paranormal. “Algunos cuentan que la sombra le sale en el camino. Lógicamente les asusta, pero es lo que siempre se escucha decir a los choferes”, añadió.
Llantos y lamentos de niños
Por su parte, don Carlos Agüero, quien trabaja en la esquina de Montevideo y Oliva (a metros de la “casa del horror”) comentó su experiencia sobrenatural en la zona. “Los choferes siempre cuentan sus experiencias de la sombra que les asusta frente a la casa”, dijo. El laburador agregó avei que “cuando llueve y el tiempo está feo, sí o sí se escuchan lamentos y llantos de criaturas que provienen de la casa donde ocurrieron estos asesinatos. Eso, cualquiera que pasa por aquí te puede decir”, contó. Eso sí, nosotros ya nos acostumbramos”, añadió.
El rollete quiere alquilar la casa ndaje
“Hasta hoy día llega gente de todas partes para prender vela y rezar”, contó doña Gabriela Candia, quien tiene su vivienda y su negocio pegado a la “casa del horror”. “Como estamos al lado, la gente siempre llega aquí y lo primero que me preguntan es ‘¿cierto que hay movimientos paranormales?’. Yo les digo que sí nomás ya porque es la primera pregunta que siempre me hacen”, agregó.
“También llegan a preguntarnos a quién pertenece el predio porque quieren alquilar, impresionante es cómo quieren alquilar el lugar”, tiró. Recordemos que las víctimas del quíntuple homicidio fueron Dalma Rojas, sus hijos de 4 y 6 años, su madre Elba Rodas y su padre Julio Rojas del Valle.
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