A matar o morir, esa es la consigna para Cerro Porteño, que hoy deberá remontar un 2-0 ante River, para seguir en la Copa Libertadores. Con un estadio repleto, el equipo de Russo buscará impedir el Boca-River, en semifinales.

Es el gran día. Esta tarde y noche, los cerristas aguardan un verdadero Ciclón, que arrase con el equipo de River y de esa manera poder anotarse entre los 4 mejores equipos de la presente edición de la Copa Libertadores.

Ya no hay mucho que perder, y muchísimo por ganar. El equipo de Miguel Ángel Russo tiene la obligación de dar vuelta el 2-0 ligado la semana pasada en el “Monumental” de ashá y buscará lograrlo con el empuje de su público, que prepara un recibimiento como pocas veces visto en esta competencia.

Para el presidente azulgrana, Raúl Zapag, la fe es lo más grande que le tiene a su equipo: “Espero que estemos a la altura mañana (por hoy), estamos con confianza plena, se sienten la unión y la alegría que hay por defender la casaca azulgrana. Solo importa cantar, alegrar y alentar para mañana”, le bajó el mandamás azulgrana a la 1080 AM.

En el Ciclón están entre los concentrados Hernán Novick y Diego Churín, quienes no estuvieron en la ida ante las “gashinas”.

Unas casi 39 mil personas estarán colmando esta noche “La Nueva Olla”, con la esperanza de lograr el anhelado pase a las semifinales de la Copa. Por un verdadero ¡Ciclonazo!

2.000. Es la cantidad de hinchas curepas que estarán apostados en el sector de platea “Pettengill”.

EL PARCERO. Juan Camilo Saiz ocupará el lugar de Fernando Amorebieta, mientras que Juan Patiño seguirá en defensa, en lugar de Marcos Cáceres.

Culpará a los de Cerro he’i, pero ¿se acuerda de esto?

El presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, ojeplagueá en colores por el tema ocurrido con Nicolás de la Cruz y, en medio de su nerviosismo, se refirió hacia la hinchada de River y que si algo les llega a pasar a los argentinos señaló a los medios de prensa que “hago responsable a Cerro Porteño y a quien sea de los hinchas argentinos que vengan a ver el partido”.

Al parecer, no se tuvo en cuenta la actitud violenta que ya dejaron ver cuando en la Copa Libertadores del 2006, en que Libertad eliminó a River en cuartos de final, fueron los hinchas curepas los que ocasionaron destrozos en el sector de plateas, donde también se enfrentaron a los cascos azules.