“Los sueños están para cumplirse”, dice un conocido refrán al que le está haciendo honor ahora mismo Mauricio Encina Pereira (33). El joven cantaba en los micros para solventar sus gastos familiares y gracias a ello también pudo costear sus gastos para convertirse en piloto privado.

“Finalmente, después de mucho sacrificio me recibí de piloto privado. La licencia me sirve para pilotar acá en el país en los vuelos privados”, relató a Crónica. “No fue fácil y mi meta ahora es seguir con la carrera hasta llegar a ser piloto comercial (los que ya viajan al exterior)”, siguió. “Ahora lo que más deseo es volar, sumar horas de vuelo y ganar experiencia”, agregó.

Para seguir ganando experiencia, Mauricio va a “mostrarse” en los hangares con el fin de que los pilotos más antiguos lo tomen en cuenta y lo lleven con él para que pueda seguir sumando las horas de vuelo. “Vos te vas y si te quieren llevar de copiloto te llevan en caso de que haya vuelo. Con ir al hangar ya es un punto a favor porque así te van conociendo”, explicó.

El joven contó que a la par sigue trabajando en los colectivos. Se sube, toca la guitarra y canta músicas del gusto de la gente. De esta forma sigue ganándose la vida a la espera de una oportunidad en el mundo del pilotaje. “Salgo de mi casa a las 9 de la mañana y vuelvo a las 9 de la noche. Canto en los colectivos y también hay veces que las personas que están en la calle me llaman para la peña y recibo propinas por eso”, relató.

Viene de una familia muy sacrificada

Mauricio viene de una familia de bajos recursos. Su padre es canillita y su madre ama de casa. Se dedicó a ser mozo por un tiempo hasta que lo dejó por cantar en las calles y micros. “A veces subo a un colectivo y no junto nada (de dinero), pero compensa que en el siguiente junto hasta lo que no junté”, explicó.

El joven luchador vive con su señora y su hija de 2 años 6 meses y son quienes la motivan para seguir esforzándose. Su señora también trabaja, lo ayuda mucho para cumplir su meta.

El curso le cuesta un dineral he’i

El piloto terminó el curso en el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil de la Dinac. Comentó que empezó el mismo hace 4 años. Primero la parte teórica, que en aquel entonces le costó 2.000.000 de guaraníes, con duración de seis meses. Ya luego empezó la parte práctica, donde debió completar 40 horas de vuelo, y por cada hora de vuelo debía abonar alrededor de 650 mil. Mauricio hacía dos a tres veces por semana sus prácticas una o dos horas al día.