El jugador se negó a estar en la sala en el momento del veredicto. Su novia se desmayó al escuchar la sentencia. La mamá de la menor dijo no estar conforme con solo 14 años de prisión.
“Sabemos que este es un caso de gran intensidad emocional. Si no se encuentran preparados, les pedimos escuchen el veredicto en una sala contigua”, empezaba diciendo el juez Luis Óscar Márquez al iniciar la audiencia para conocer la sentencia de Jonathan Fabbro.
Todos los presentes se quedaron, pero el ex pelotero ni siquiera estaba en la sala sino en otra acompañado por Larissa Riquelme y su hermano “Poly”.
El “Shonny” dio antes del veredicto sus últimas palabras, un breve discurso donde intentó llorar pero no pudo, aseguró ser inocente y les pidió a los jueces una segunda oportunidad.
El juez fue contundente y declaró culpable al ex futbolista Jonathan Fabbro condenándolo a 14 años de cárcel por el delito de abuso con acceso carnal gravemente ultrajante de su propia ahijada menor de edad, cinco ataques que ocurrieron durante cinco años, desde que la menor tenía seis años hasta sus once, con tocamientos y eyaculaciones en la boca de la niña descriptos por la propia víctima, una acusación en concurso real con corrupción de menores.
DESMAYO. Larissa Riquelme apenas escuchó la sentencia lloró y gritó: “¡Puta justicia!”.
Poco menos de media hora más tarde, la modelo era trasladada en una ambulancia desde el edificio judicial para trasladarla al hospital Ramos Mejía. “Descompensación” era el diagnóstico que daban los paramédicos.
LA CÁRCEL. Gastón Marano, abogado querellante que impulsó la causa, había pedido 24 años en un extenso alegato. En tanto, Gustavo Gerlero, el fiscal de juicio, había pedido 12 tras oponerse en diciembre pasado a que Fabbro fuera excarcelado.
La pena impuesta a Jonathan Fabbro vencerá el 19 de diciembre del 2031. Mientras tanto, Fabbro continuará preso en el pabellón de agresores sexuales del penal de Marcos Paz. La causa en Paraguay deberá esperar por ahora.
El sobrino contó que se le cayó un ídolo
Agustín, el hermano mayor de la víctima de abuso, el mismo que encontró en el iPhone de su hermana los chats de WhatsApp del futbolista con la niña, comentó a los medios argentinos que mientras se desarrollaba el proceso contra el futbolista, tanto él como su familia recibieron amenazas para que dejen de declarar.
Contó que el jugador siempre se mantuvo con actitud soberbia, confiado en que la verdad no saldría a la luz.
“Siempre me miraba con cara de desprecio. Fuimos perseguidos. En Navidad un auto me siguió. También a mi mamá hace poco. Eramos víctimas de escraches en Instagram por parte de perfiles falsos. Fue todo muy duro”, dijo el péndex.
En otro momento, Agustín dijo que se le cayó un ídolo. “Él (Jonathan) era un ídolo para mí. Porque lo vi jugar en grandes clubes. Como amante del fútbol hasta me gustaba la forma que él tenía de jugar. Todo esto fue un golpe bajo”, declaró el sobrino del ex pelotero.
“No estoy conforme, hubiese pedido que le den 20 años”
Jessica, la madre de la víctima, terminó llorando luego de escuchar la sentencia. Ante los medios de ashá, la madre de la menor abusada aseguró: “Acá no hay alegría, solo tranquilidad. A las nenas y mujeres que fueron abusadas les digo que denuncien, que se puede, no importa quién las haya lastimado. Mi hija es una valiente porque habló. Solo quiero ir a casa a abrazarla. Todo es muy doloroso”, declaró entre sollozos Jessica.
En otro momento la madre dijo que no está conforme con los 14 años de prisión. “No estoy conforme, hubiese pedido que le den 20 años. No es fácil como madre de la víctima sentir ataques todos los días de estas dos familias. Si tan inocente es, que dejen que la Justicia demuestre en vez de defender lo indefendible. Que no dejen a nuestras niñas como unas mentirosas. Mi nena tiene siete años y no sabe lo que tuve que pasar por defenderla a ella. No sabe lo que ha hecho todo el entorno de Jonathan para dejarlo libre. Fabbro tenía mil mujeres a sus pies, pero prefirió hacerles daño a nuestras niñas”.
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